El consejero delegado de Iberia, Luis Gallego, aseguraba el pasado martes que los futuros resultados de Iberia "dependen de las negociaciones que tenemos en marcha". Gallego hacía estas declaraciones en la presentación de la nueva imagen coorporativa de la aerolínea y se refería así al conflicto que tiene la empresa con sus trabajadores. "Soy optimista sobre estas negociaciones y espero que se concreten a final de año", añadía.
En una entrevista con el diario El Economista, el consejero delegado de Iberia ahonda más en esta cuestión y asegura que "el acuerdo sobre productividad con los empleados es la única solución para salir adelante". En el caso de que en diciembre no se llegara a ese acuerdo, Gallego ha declarado que "aplicaremos las medidas contempladas en la mediación, que nos marca un patrón hasta 2015. Pero, si no llegamos a un acuerdo podemos ponerla en peligro".
Las consecuencias serían dramáticas para Iberia si no se alcanza el acuerdo tampoco en 2015. "Pasaría como sucede en otras aerolíneas, que no terminan de reestructurarse y que siempre están en peligro de quiebra... y tenemos ejemplos cercanos", explica su responsable. Gallego ha comparado el caso de Iberia y el de la quiebra de Alitalia y hayasegurado que a la española le podría ocurrir "perfectamente" lo mismo que a la italiana. "Hay casos de compañías similares que nadie pensaba que podían desaparecer y lo hicieron. Iberia no es una excepción", añade.
Preguntado sobre las declaraciones del Sepla que asegura que desde el verano no ha tenido ninguna reunión con la dirección, Gallego dice que respecto a los pilotos, "hubo una negociación muy intensa antes del verano y es cierto que aunque estuvimos cerca no pudimos dar el remate final. Tras las vacaciones se enfrió, pero hemos estado trabajando en el Anexo 10 (cláusula que impide que otras aerolíneas que no sea Iberia hagan vuelos de conexión al hub de Barajas). Queremos retomar el diálogo cuanto antes". En el caso del personal de tierra y las azafatas, "las reuniones van por buen camino y ambas partes entienden que el futuro de Iberia pasa por un acuerdo", asegura.
Sobre la la productividad de los pilotos de Iberia, declara que "es muy inferior a la de Express. Gallego añade que "además de que por convenio los pilotos no pueden volar 800 o 850 horas (su convenio recoge entre 650 y 700 horas) se suma que este año ha disminuido la producción. Como ha caído el negocio, el número de horas trabajadas por tripulación se ha reducido. Ello supone que el coste unitario empeora incluso sumándole la bajada salarial incluida en la mediación porque no hay trabajo para todos. En este año en Iberia se van a volar muy pocas horas: una media de menos de 500".
La creación de IAG
Gallego ha insistido en que Iberia no es la culpable del hundimiento de Barajas, sino "la solución porque en el momento en que Iberia se recupere es la mejor apuesta y la mejor solución para Madrid. El futuro de la T-4 pasa por la reestructuración de Iberia".
Sobre las intenciones de IAG con la fusión, Gallego asegura que "IAG no ha sacado un duro de la caja de Iberia. La disminución se debe por la inversión en flota, la salida del personal y porque existe un negocio deficitario que quema esa caja. Por fortuna, tenemos ahora suficiente tesorería para acometer la reestructuración. Sin ella, Iberia podría quebrar".
Para el responsable de Iberia, IAG "es la primera interesada en que Iberia tenga futuro y que salga adelante. No es una cuestión de españolidad. Aquí somos todos muy españoles, pero es una cuestión de rentabilidad".