El Senado de EEUU retomó hoy el liderazgo en las negociaciones para evitar la suspensión de pagos y acordar una reapertura de la Administración federal, después de que el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, fuese incapaz de recabar el respaldo de buena parte del Partido Republicano para someter a votación su propio proyecto. "No habrá movimiento, no habrá votación", afirmó Pete Sessions, representante por Texas y presidente del Comité de Reglas de la Cámara de Representantes, al salir de la reunión de líderes republicanos.
De este modo, se cancelaba por su segunda vez en el día una votación antes de ser sometida a consideración, y se ponía de relieve la falta de capacidad de Boehner para conseguir el respaldo de los sectores más conservadores del partido, Boehner había reconocido este martes por la mañana, tras fracasar el primer intento de votación de la mañana, que había "muchas opiniones" dentro de su formación.
Estas opiniones finalmente han sido demasiadas y han provocado que la propuesta de la Cámara de Representantes, que incluía autorizar la financiación temporal del Gobierno hasta el 15 de enero y elevaría el techo de la deuda federal hasta el 7 de febrero, fuese finalmente desechada por no exigir concesiones de calado por parte de la reforma sanitaria conocida como Obamacare.
Uno de estos legisladores, el representante por Texas, Joe Barton, explicó en una entrevista con la CNN su oposición a esta propuesta republicana "No hay reforma estructural. No hay ahorro en los costes. Es solo patear la lata durante otras semanas o dos meses", sostuvo Barton. De este modo, y durante una jornada plagada de confusiones y planes rechazados antes de ser redactados, quedó de manifiesto la dificultad de Boehner para movilizar a su partido.
Y, como consecuencia, las crecientes dudas sobre la capacidad el Congreso de EEUU para alcanzar un acuerdo que evite la temida suspensión de pagos, si no se logra elevar el tope de endeudamiento de 16,7 billones antes del próximo 17 de octubre. De hecho, el propio presidente de EEUU, Barack Obama, criticó hoy la "debilidad" de Boehner ante los legisladores de su partido al asegurar que "no puede controlar a su bancada".
"Ha habido una serie repetida de situaciones en las que hemos alcanzado acuerdo, después regresa, y luego resulta que no puede controlar a sus legisladores. Entonces, el desafío es: ¿puedes hacer cumplir los compromisos que se hacen?", dijo Obama en una entrevista con el canal local WABC de Nueva York. Asimismo, el mandatario insistió en que "no queda mucho tiempo disponible", en referencia a los menos de dos días que restan para que el Tesoro se quede sin fondos para hacer frente a sus obligaciones de pago.
Posible bajada del rating
Para añadir más dramatismo, a media tarde la agencia de calificación crediticia Fitch anunciaba su decisión de situar en perspectiva negativa a EEUU ante la posibilidad de que rebajase la nota de su deuda, que por ahora sigue teniendo la máxima nota, "AAA". Aunque Fitch sigue creyendo que "el límite del techo de la deuda se incrementará pronto", la práctica política en Washington de crear crisis como arma negociadora y la reducción de la flexibilidad financiera "podrían aumentar el riesgo de una suspensión de pagos", señaló la agencia en un comunicado.
Poco después de que la Cámara anunciase que cancelaba el voto previsto, el líder de la mayoría demócrata, Harry Reid, y el líder de la minoría republicana, Mitch McConnell, comunicaban que retomaban en la noche las negociaciones dejadas en suspenso el fin de semana. "El senador Reid y el senador McConnell han retomado las negociaciones y son optimistas de que un acuerdo está al alcance", dijo Adam Jentleson, portavoz de Reid (demócrata por Nevada), en un comunicado.
Por tanto, queda en manos de ambos veteranos congresistas la posible solución de la crisis fiscal de EEUU, que podría provocar la primera suspensión de pagos en la historia reciente del país.