El secretario de Estado de Hacienda, Miguel Ferre, ha barajado la posibilidad de que la reforma fiscal que aprobará el Gobierno el año que viene incluya cambios en el impuesto de circulación, para gravar más a los automóviles más contaminantes.
Al término de su intervención en el primer Foro Anfac y PwC sobre el sector de la automoción, Ferre indicó que, a pesar de que no hay nada decidido porque lo está valorando el Comité de Expertos que hará su propuesta sobre la reforma fiscal y que tendrá en cuenta la imposición medioambiental, el Gobierno es partidario de que tributen de manera diferente los coches que más contaminan y los que menos lo hacen.
No obstante, afirmó que ello no tiene por qué suponer un aumento de la fiscalidad porque se podría resolver haciendo que los que menos contaminen tributen menos en el impuesto de circulación que, según destacó Ferre, se relaciona más con la contaminación del vehículo que el impuesto de matriculación.
El secretario de Estado relacionó esta posible modificación al impulso que quiere dar el Gobierno a la imposición medioambiental, ya que, en su opinión, está muy poco desarrollada en España y es la que ha permitido producir automóviles nuevos "más amigables" con el medio ambiente.
"Es responsabilidad del Gobierno tener en cuenta las externalidades que producen esos productos y habría que trasladar a la reforma fiscal una dirección en política tributaria que haga que coches con más polución tengan un tratamiento distinto de coches nuevos con más desarrollo tecnológico y emisiones menores", subrayó.