El enorme aumento de la presión fiscal que ha vivido España durante el último lustro, cifrado en 51.000 millones de euros para el periodo 2010-2014, no ha servido para solucionar los problemas de déficit y deuda que arrastran las Administraciones Públicas. Sin embargo, las subidas de impuestos siguen estando a la orden del día en nuestro país, tanto a nivel nacional como a nivel autonómico y local.
Recientemente, hemos conocido que el impuesto a los centros comerciales aplicado por el Gobierno catalán ha supuesto 32 millones de euros entre enero y julio. El gravamen, creado para establecimientos de más de 2.500 metros cuadrados, ya supuso una recaudación de más de 7 millones de euros en 2012.
La voracidad recaudatoria también se manifiesta en el nuevo gravamen aplicado a los premios de juegos y sorteos de Loterías, ONCE, Cruz Roja… Dicho tributo entrega a Hacienda el 20% de los premios superiores a 2.500 euros. A priori, el Ministerio de Hacienda esperaba recaudar 824 millones en 2013 con esta nueva figura impositiva. Sin embargo, los datos de recaudación hablan de apenas 122 millones en los seis primeros meses del año. A cambio, el volumen de negocio del sector se ha hundido un 8%.
Algo parecido ha ocurrido con las subidas de los Impuestos Especiales que gravan el consumo de tabaco. Entre 2011 y 2012, las diferentes revisiones al alza de estas figuras tributarias no impidieron una caída acumulada de la recaudación superior al 6%. Ampliando el campo de estudio al año 2013, encontramos que Hacienda ingresa hoy un 7,6% menos que en 2010, a pesar de que la fiscalidad del tabaco creció un 40% durante el periodo estudiado.
La situación es similar en el caso de los impuestos aplicados a las bebidas alcohólicas. Su recaudación se ha desplomado un 18% entre 2010 y 2013, cayendo hasta niveles de los 233 millones de euros en la primera mitad de 2013. Otro ejemplo parecido lo hallamos en el impuesto de hidrocarburos, que en el primer semestre de 2013 recaudó un 2% menos que en 2010, a pesar de las dos subidas impositivas experimentadas desde entonces.
Aumentos de la presión fiscal local y regional
A nivel local, los contribuyentes también se enfrentan a una lluvia de impuestos. Más concretamente, las capitales españolas han aprobado más de 50 subidas de impuestos en el último curso.
- Entre las capitales de provincia, el año 2013 ha sido testigo de al menos 51 aumentos de la fiscalidad municipal.
- El Impuesto sobre el Incremento de Valoración de los Terrenos está en su tipo máximo (30%) en cerca de veinte capitales españolas. Los mayores aumentos han tenido lugar en Cuenca y Ciudad Real, donde el impuesto creció un 16,6% y un 6,6%, respectivamente. Anualmente, esta figura fiscal supone 1.000 millones a los Ayuntamientos españoles.
- El Impuesto sobre las Actividades Económicas (IAE) ha sido aumentado por 14 capitales de provincia, incluyendo subidas del 46% en Huelva o el 37% en Toledo. El tipo máximo es del 3,8%, y se registra en ciudades como Madrid o Barcelona.
- El Impuesto sobre Construcciones ha sido aumentado en Teruel, Ciudad Real y Tarragona. Casi 30 capitales mantienen este gravamen en el mayor tipo permitido (el 4%).
- El Impuesto sobre Vehículos ha subido en 18 capitales de provincia. El mayor crecimiento se produce en Soria, Ciudad Real y Burgos, con aumentos del 8%, 7,2% y 5%.
Por su parte, los gobiernos autonómicos tampoco se quedan cortos a la hora de aumentar la presión fiscal. Desde 2010, los Ejecutivos regionales han aprobado más de 120 subidas de impuestos. Buena parte de esta estrategia se apoyó en el aumento de gravámenes ya existentes, pero la creatividad tributaria también ha estado a la orden del día, ya que las CCAAs se han inventado más de 40 nuevos impuestos en plena crisis.
Todo lo anterior explica que el esfuerzo fiscal que soportan los contribuyentes españoles sea el más alto de toda la Eurozona, situándose en el entorno del 40% del PIB. Así lo ha explicado la Asociación Española de Asesores Fiscales y Gestores Tributarios, que ha señalado además que los impuestos altos alimentan el crecimiento de la economía sumergida.
Rajoy incumple su promesa
A priori, el año próximo iba a suponer un cambio de rumbo, al menos en lo tocante al Gobierno central, ya que el Ejecutivo de Mariano Rajoy había prometido retirar en 2014 algunas de las subidas de impuestos instauradas a finales de 2011. De acuerdo con el Gobierno, éstas son las rebajas fiscales que tendrían que haberse producido en el ecuador de la legislatura:
- La subida del IRPF aplicada a las rentas del capital seguirá vigente. Los tipos del 21%, 25% y 27% seguirán gravando los rendimientos de productos financieros, las plusvalías por la venta de acciones o viviendas, etc.
- El IRPF aplicado a los rendimientos de actividades profesionales seguirá en niveles del 21%, cuando estaba previsto que pasase al 19% en 2014. Al comienzo de la legislatura, el tipo aplicable era del 15%.
- Las subidas del Impuesto de Sociedades no solamente no se irán en 2014, sino que estarán en vigor también en 2015. Estos aumentos fueron articulados mediante el fin de la deducción de pérdidas por deterioro de valores, el pago fraccionado mínimo del 12% para grandes empresas o los límites impuestos a la compensación de bases negativas, las deducciones del fondo de comercio o los gastos financieros.
- La subida del IBI, anunciada como transitoria y valorada en 1.000 millones, también seguirá en pie en 2014 y 2015.
Hay que recordar que el Ejecutivo de Mariano Rajoy ha subido más de 30 veces los impuestos desde que llegó al poder a finales de 2011. Por otro lado, cabe señalar que, con la salvedad del IVA, la recaudación del IRPF y el Impuesto de Sociedades ha seguido bajando, con independencia de los sablazos fiscales aprobados en los últimos dos años.