El comisario europeo Olli Rehn ha urgido a las autoridades estadounidenses a "demostrar que es la hora de la responsabilidad" y a llegar a un acuerdo para prevenir las potenciales consecuencias que una suspensión de pagos acarrearía para la economía mundial y, por tanto, también para la débil Europa.
La crisis fiscal preocupa en la UE, que considera que su "todavía incipiente recuperación" podría hacer aguas de no alcanzarse un acuerdo en Estados Unidos. De hecho, el comisario ha urgido a las autoridades estadounidenses a valorar dichas "consecuencias dramáticas" y a aprender del caso de Holanda, que ha aprobado recientemente un presupuesto muy controvertido con el apoyo de la oposición para evitar un nuevo colapso.
Y si la crisis fiscal se percibe como una amenaza, en cambio, Bruselas respira cada vez más aliviada frente al caso español. Fuentes europeas han señalado repetidas veces que la Comisión coincide con España en que la situación de la banca "ha mejorado mucho" y que, por tanto, no hará falta más dinero. De hecho, este lunes, el comisario económico, a su llegada al Eurogrupo señaló "el importante vuelco" que han dado los bancos españoles y aseguró que, a falta de unas semanas para dar su última palabra, ve "muchas opciones de que el Gobierno pueda abandonar el programa con éxito". También el presidente del Eurogrupo, Dijssel Dijsselbloem, aprecia que el Gobierno vaya "por el buen camino".
Aun así, en Bruselas se le recuerda al Gobierno, que este lunes pretende convencer a sus socios de la buena salud de la banca española, que debe perseguir los objetivos fiscales "con vigor" y no bajar el ritmo de las reformas que tanto ha aplaudido Europa.