Los líderes republicanos de la Cámara de Representantes de EEUU presentaron hoy un plan para elevar el techo de la deuda nacional, siete días antes de que el país entre en riesgo de morosidad y en medio de una tensa disputa para restablecer el funcionamiento de la Administración federal.
El acuerdo establece "un aumento temporal en el techo de la deuda que nos dará tiempo para negociar" la reapertura del Gobierno, dijo en rueda de prensa la congresista republicana Cathy McMorris Rodgers, al anunciar el plan de seis semanas tras una reunión con la bancada de su partido.
Por su parte, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, dijo que el acuerdo es un "esfuerzo de buena fe" y será presentado al presidente de EEUU, Barack Obama, durante una reunión en la tarde de este jueves.
"Espero que el presidente vea esto como una oportunidad y un esfuerzo de buena fe de nuestra parte para acercarnos a mitad del camino a lo que nos exige para que comiencen estas negociaciones", manifestó Boehner, quien volvió a culpar a los demócratas de la debacle fiscal.
Obama prevé recibir esta tarde en la Casa Blanca a una veintena de negociadores republicanos de la Cámara Baja, entre ellos Boehner, y también se reunirá por separado con los demócratas del Senado. Mañana, el mandatario también tiene previsto reunirse con la minoría republicana del Senado.
La propuesta republicana, negociada a puerta cerrada, podría ser sometida a votación en el Comité de Reglas pero debe ser votada en el pleno de la Cámara Baja.
El plan republicano extenderá, temporalmente y sin condiciones, el techo de la deuda nacional que se alcanzará el próximo 17 de octubre, y fue presentado como un gesto de buena voluntad para continuar las negociaciones encaminadas a resolver la parálisis del Gobierno, que este jueves cumplió diez días.
No responde, sin embargo, a la exigencia del presidente de que se restablezca inmediatamente la financiación de la Administración central, que permanece al ralentí desde el 1 de octubre por falta de fondos.
Anticipando el anuncio, un funcionario de la Casa Blanca reiteró que Obama ha dejado en claro que no pagaría un "rescate" o aceptaría condiciones a cambio de que el Congreso cumpla con su labor y apruebe un aumento del techo de la deuda.
En ese sentido el plan presentado este jueves es una especie de concesión a la Casa Blanca, que volvió a exigir hoy que la Cámara Baja también apruebe la medida presupuestaria del Senado para reabrir el Gobierno federal, según informa Efe.
Una vez resuelta esta crisis política, "el presidente estará dispuesto a negociar un acuerdo presupuestario más amplio para crear empleos, hacer crecer la economía y poner en regla las finanzas" del país, dijo el funcionario.
"Aunque estamos dispuestos a evaluar cualquier propuesta que presente el Congreso para poner fin a estas crisis fabricadas, no permitiremos que una facción de los republicanos en la Cámara de Representantes ate la economía a sus exigencias políticas extremas y superfluas", agregó.