Janet Yellen sucederá el próximo enero a Ben Bernanke al frente de la Reserva Federal de EEUU (FED). El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció este miércoles su nominación para dirigir el organismo tras el inesperado abandono de Lawrence Summers como candidato, que, en principio, era el favorito de Obama. De ser confirmada por el Senado, Yellen, de 67 años y actual vicepresidenta de la FED, será la primera mujer encargada de presidir el banco central más poderoso e influyente del planeta.
Favorita del Nobel de Economía Joseph Stiglitz y del también Nobel Paul Krugman, Yellen es una ferviente defensora de los estímulos monetarios para combatir la crisis, en línea con la política desplegada hasta el momento por Ben Bernanke. Por ello, es calificada como paloma, lo que en la jerga económica significa ser más flexible en materia monetaria con el fin de reactivar el crédito y reducir el paro, dejando así a un lado el control de la inflación.
Pero si por algo ha sido alabada es, sin duda, por su presunta capacidad para prevenir la crisis, situándose así en el selecto grupo de economistas que anticiparon el colapso. La mayoría de medios y analistas han destacado este hecho para demostrar que su elección como nueva presidenta de la FED constituye todo un acierto. Dicha conclusión se basa, casi exclusivamente, en una de las opiniones vertidas por Yellen durante una reunión de la junta de gobernadores de la FED mantenida a finales de 2007.
En diciembre de ese año, meses después de que estallara la crisis de las hipotecas subprime en EEUU -agosto de 2007-, afirmó que "las posibilidades de una contracción de crédito en desarrollo y la caída de la economía en recesión aparecen como demasiado reales", según desvela la transcripción oficial de dicha reunión. Por entonces, Yellen presidía la Reserva Federal de San Francisco, cargo que desempeñó desde 2004 hasta 2010, cuando fue nombrada vicepresidenta de la FED.
Lo primero que llama la atención es la fecha. En diciembre de 2007 ya era evidente para muchos analistas y, sobre todo, inversores que algo muy grave se estaba gestando en la economía de EEUU e incluso mundial. La crisis ya era un secreto a voces tras el desplome de las hipotecas basura, por lo que la capacidad de anticipación de Yellen fue nula, puesto que sólo advirtió de los posibles riesgos cuando los problemas ya habían comenzado.
Precio medio de la vivienda en EEUU
De hecho, sus discursos previos muestran una imagen muy diferente: Yellen no supo prever la crisis en ningún momento.
Si bien la caída de la actividad inmobiliaria ha sido significativa y, probablemente, continuará durante algún tiempo, creo que las preocupaciones sobre la posibilidad de que un devastador colapso podría ser lo suficientemente grande como para provocar una recesión en EEUU se ha disipado en gran medida.
A pesar de la continua debilidad que muestra la construcción de viviendas […] hay algunos signos de estabilización en los demás aspectos del mercado inmobiliario, lo cual sugiere que la actividad inmobiliaria podría estabilizarse en poco tiempo […] la resolución de los desequilibrios entre la demanda y la oferta en el mercado de la vivienda podría estar en marcha, y, como resultado, podría dejar de ser una lastre para el PIB a finales de año [... ] creo que hay una posibilidad razonable de que la vivienda se encuentre en un proceso de estabilización […] En resumen, creo que un aterrizaje suave [de la economía] es el resultado más probable en el próximo año o dos.
[…] el crecimiento en los EEUU es y, probablemente, seguirá siendo saludable. En apoyo de este punto de vista, los valores bursátiles han subido y las volatilidades implícitas se han mantenido planas o han tendido a la baja […] la caída de la vivienda ha tenido un significativo efecto depresivo en el crecimiento del PIB real durante el año pasado. Aunque no apostaría por una fuerte recuperación, tampoco me sorprendería que comience a estabilizarse a finales de este año o el próximo.
[…] sigue siendo probable que la economía mantenga una senda de ajuste relativamente suave, con un crecimiento del PIB real que regrese gradualmente hasta una tendencia el 2,5% el próximo año, al tiempo que la tasa de paro aumenta de forma muy gradual hasta justo por encima de su nivel sostenible del 4,75%.
Todas sus previsiones fallaron
Así pues, Yellen no sólo no anticipó la crisis sino que falló estrepitosamente en todas sus previsiones, después incluso de comenzar la caída de las subprime. Tan sólo modificó, y muy parcialmente, su perspectiva en 2008, cuando la crisis era evidente para casi todo el mundo.
Los indicadores actuales apuntan a la continuación de un crecimiento anémico por lo menos durante el primer semestre de este año, así como ciertos riesgos a la baja […]
Tanto es así que, en 2010, durante su comparecencia ante la Comisión de Investigación sobre la Crisis Financiera en el Congreso de EEUU, afirmó lo siguiente:
Por mi parte, no vi ni aprecié cuáles eran los riesgos sobre la titulización [de hipotecas subprime], las agencias de rating, la banca en la sombra, los SIV [productos estructurados] […] Yo no vi venir nada de eso hasta que sucedió.
Evolución del S&P 500
"Peor" que Greenspan
En cuanto a su futura actuación al frente de la FED, Yellen se declara abiertamente a favor de los estímulos monetarios y la generación de inflación para volver a impulsar la concesión de crédito, el consumo y el empleo. En el acto en que Obama presentó oficialmente su nominación, Yellen recordó que "el mandato de la Reserva Federal es servir a toda la población" y, en su opinión, ahora hay "demasiados estadounidenses que no pueden encontrar empleo y se preocupan por cómo pagarán sus facturas y llevarán dinero a sus familias". Por ello, advirtió que, aunque el país ha realizado progresos para superar la crisis, queda camino por recorrer.
Tales palabras han sido interpretadas por algunos analistas como un anticipo de su futura política monetaria, consistente en más estímulos (tipos bajos, compra masiva de activos hipotecarios y deuda pública) para tratar de reducir la tasa de paro.
David Stockman, por ejemplo, director de la Oficina Presupuestaria bajo el mandato de Ronald Reagan entre 1981 y 1985 lo tiene muy claro: "Yellen será tan mala como Bernanke si no peor, incluso, que Greenspan". Alan Greenspan, antecesor de Bernanke, fue el impulsor de la gran burbuja inmobiliaria que se gestó en EEUU durante la pasada década gracias a su extrema política de bajos tipos de interés, animado, entre otros, por Paul Krugman, uno de los grandes defensores de que Yellen presida la FED.