La actual vicepresidenta de la Reserva Federal (Fed), Janet Yellen, quien puede convertirse en la primera mujer al frente del banco central de EEUU, es una prestigiosa académica con un agudo talento para pronosticar la evolución económica y una de las pocas personas que vio venir la crisis de 2008.
Yellen será presentada en la Casa Blanca este miércoles como la candidata del presidente de EEUU, Barack Obama, a dirigir la Fed, algo que se daba por hecho tras la renuncia a ser nominado del exsecretario del Tesoro Larry Summers, que sonaba en las quinielas pero al que se oponían los republicanos.
Conocida por su proverbial hermetismo, la Fed deja cada cierto tiempo echar un ojo a sus deliberaciones internas, aunque sea con casi cinco años de retraso.
Gracias a las transcripciones de las reuniones de su junta de gobernadores, publicadas a finales de 2012, se conocen las opiniones de sus miembros en los meses previos a la eclosión de la crisis financiera fruto del estallido de la burbuja inmobiliaria, y entre ellas sobresale la de Yellen debido a su acertado pesimismo.
"Las posibilidades de una contracción de crédito en desarrollo y la caída de la economía en recesión aparecen como demasiado reales", afirmó Yellen en diciembre de 2007, cuando era presidenta de la Reserva Federal de San Francisco, cargo que desempeñó desde 2004 hasta 2010, cuando pasó a ser vicepresidenta de la Fed.
Frente a ella, el todopoderoso presidente de la Reserva Federal de Nueva York, William Dudley, indicó entonces que "el miedo había disminuido", y "el riesgo" de crisis hipotecaria "había aminorado", postura defendida por la amplia mayoría de los miembros del banco central.
Meses después el sistema financiero saltó por los aires, uno de los bancos de inversión más antiguos de EEUU, Lehman Brothers, quebró y hubo que rescatar a gigantes como Citigroup o AIG con fondos federales. Su acierto fue uno de los puntos de inflexión en la ya de por sí exitosa carrera de Yellen.
Una "paloma", número 2 de la Fed
Posteriormente, y tras ser ascendida a "número dos" del organismo, Yellen se convirtió en uno los principales respaldos en el seno de la Reserva Federal del actual presidente, Ben Bernanke, al poner en práctica el agresivo plan de estímulo monetario conocido como "relajación cuantitativa", a través de la multimillonaria compra de bonos para reimpulsar la recuperación económica.
Es, además, considerada una "paloma" (lo que en la jerga de la Fed significa que está especialmente preocupada por el desempleo, frente a los "halcones", más concentrados en controlar la inflación), en un momento en el que el desempleo en EEUU sigue a niveles excepcionalmente altos, tras cerrar en un 7,3 % en agosto.
La Fed cuenta con un doble mandato de fomento del pleno empleo y control de la estabilidad de precios, y los "halcones" critican que la política monetaria expansiva, por un excesivo énfasis en la lucha contra el desempleo de los últimos años, provoque un recalentamiento de la economía.
La trayectoria profesional de Yellen, de 67 años, está plagada de honores y reconocimientos, y el Nobel Joseph Stiglitz afirmó recientemente al expresar su respaldo a su candidatura frente a la de Larry Summers que había sido "una de las mejores alumnas" en su casi medio siglo de enseñanza.
Doctora en economía cum laude por la Universidad de Yale en 1971, ha sido profesora en centros tan prestigiosos como Harvard, London School of Economics y Berkeley, donde comenzó a dar clase en 1980 y que recientemente le otorgó el título de profesora emérita.
Aparte de su trayectoria académica, ha desempeñado cargos en la Administración como presidenta del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca bajo el mandato de Bill Clinton entre 1997 y 1999, antes de su amplia experiencia en el seno de la Reserva Federal.
Como colofón a esta extraordinaria carrera, la posibilidad de que, si el Senado aprueba su nombramiento, se convierta en la primera mujer en presidir la Reserva Federal cuando se cumple el primer siglo de historia del organismo no parece desentonar.