Dado que ningún periódico económico ha llegado al cierre del Gobierno norteamericano, que no ha alcanzado un acuerdo para cerrar sus presupuestos, Expansión, el Economista y Cinco Días se centran en las grandes cuentas españolas.
Dependiendo del medio que cojamos leeremos elogios, o bien fuertes críticas a las cuentas que ha hecho Montoro y compañía. Así, sólo Libre Mercado y el Economista se muestran abiertamente descontentos con la propuesta de ley de presupuestos, mientras que Cinco Días y Expansión parecen más satisfechos.
El económico de Unidad Editorial hace una "radiografía de los presupuestos" y titula: "Exportación, I+D y pymes, motores de crecimiento". Señala que "el apoyo al comercio exterior sube un 13% y habrá un 5% más de ayudas a pymes". Aunque reconoce que "la deuda rozará el 100% del PIB" advierte de que "el dividendo de las grandes compañías sostendrá la recaudación del IRPF" apoyado por "Aena y Loterías del Estado" que serán, dice Expansión, "la base de los beneficios del sector público".
El contrapunto a este acercamiento a los PGE lo ofrece la misma portada donde recoge la opinión de algunos empresarios, como Juan Béjar, consejero delegado de FCC, Marcos de Quinto, presidente de Coca-Cola o Juan José Hidalgo, presidente de Globalia. Ellos hablan de que "se necesitan más reformas y más estímulos".
En su editorial Expansión concluye que son unas "cuentas prudentes para una recuperación frágil" aunque termina reconociendo que "se echa en falta un avance más decidido en la reforma de las administraciones públicas".
El otro periódico en el que encontramos cierta complacencia con el proyecto de PGE es Cinco Días. Habla este periódico de "presupuesto de transición" y destaca que es el "primer ejercicio de la era Rajoy sin aumentos tributarios". Además, llama la atención sobre la subida de las pensiones, la congelación de los sueldos públicos y la reducción del déficit que prevé el Ejecutivo.
En su editorial, titulado "pensar más allá de las cuentas de 2014", Cinco Días dice que "es muy probable que los presupuestos de 2014 sean los del inicio de la recuperación. La auténtica prueba de fuego son los de 2015 y 2016, si el calendario electoral lo permite".
En cambio, el Economista es mucho más beligerante con las cuentas que ha hecho el Gobierno para el próximo año. Su principal titular es que "el Gobierno sube hasta cinco puntos las cotizaciones sociales" haciendo que "la presión fiscal" vuelva a subir, no elevando impuestos, sino quitando deducciones. Además, llama la atención no sólo sobre el déficit público, sino también sobre el elevado nivel de deuda pública, ya que el próximo año se alcanzará, con casi total seguridad, el 100% del PIB.
En su editorial, titulado "el Gobierno sube las cotizaciones" habla precisamente de esto el Economista: "El lastre del endeudamiento producido por un déficit muy elevado desde hace años". Añade que "Empleo se equivoca. Con la subida perjudica la actividad de las empresas y va a provocar una nueva oleada de despidos". Sentencia finalmente que "esta subida dinamita el esfuerzo de las empresas tras años de crisis y compromete la recuperación".