Los 423.227 millones de euros de las cuentas públicas para 2014 pueden desglosarse de muy diferentes formas: por partidas de gasto, por departamento, capítulos, etc... Es lógico que exista un cierto grado de confusión en la opinión pública. El Libro Amarillo que publica el Ministerio de Hacienda puede ser un buen punto de partida, aunque es un volumen de más de 300 páginas, llenas de datos, cifras y gráficas. También es interesante el Informe Económico y Financiero, que puede consultarse en la web del Congreso.
Quizás lo más sencillo sea comenzar con el cuadro de gastos consolidados (página 488 del Informe).
- De los 423.000 millones, 68.605 corresponden a los pasivos financieros (deuda que vence en 2014 y hay que pagar).
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Luego, tenemos 40.535 millones más de activos financieros, de los que 38.135 corresponden al Estado y 2.384 millones a la Seguridad Social (con algunos restos para organismos autónomos). Básicamente, hablamos del crédito que el Estado asume y entrega a diferentes fondos (el FLA, pago a proveedores, MEDE,...). Se supone que no es gasto en sentido estricto, sino préstamos que se recuperarán. Por eso, no va a déficit, aunque sí se acumula como deuda.
Tras quitar estos dos conceptos, lo que quedan son los 314.087 millones de gasto puro. Este dinero se divide en cuatro grandes líneas:
- 164.849 millones: gasto disponible no financiero del Estado
- 129.447 millones de la Seguridad Social (son 131.831 millones contando activos y pasivos financieros)
- 49.423 millones: organismos autónomos que van desde el Servicio Público de Empleo Estatal hasta el Instituto Nacional de Estadística
- 2.558 millones: agencias y otros organismos públicos como el Instituto Cervantes, el Centro Superior de Investigaciones Científicas o la Agencia Nacional de Meteorología
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(-32.189 millones) son transferencias internas
Al final, de lo que se habla fundamentalmente a lo largo de las semanas que siguen a la presentación de los PGE es de esos 164.848 millones de gasto del Estado. Apenas representa el 38,7% del total, pero incluye los gastos por ministerios, las transferencias a las Comunidades autónomas o el pago de la deuda. Este dinero se distribuye de la siguiente manera:
- 36.590 millones de euros van destinados al pago de intereses de la deuda. A pesar de que el montante total de ésta sigue subiendo, esta partida cae respecto a 2013, por el descenso de los tipos observado en los últimos meses.
- 12.643 millones para clases pasivas (pensiones y ayudas que paga el Estado a determinados colectivos)
- Aunque son muy llamativos desde el punto de vista de los medios de comunicación, los presupuestos de los órganos constitucionales apenas se llevan unos pocos cientos millones de euros: Casa del Rey 7,78 millones, Cortes Generales 201 millones, Tribunal de Cuentas 61,28 millones, Tribunal Constitucional 23,57 millones, Consejo de Estado 9,85 millones y Consejo General del Poder Judicial 57,87 millones.
- Financiación territorial: hablamos del dinero que el Estado directamente transfiere a las CCAA y ayuntamientos (que, hay que recordar, tienen otras vías de financiación). Son 31.589 millones por el sistema de financiación general, 997 en otras relaciones financieras, 582 en el fondo de compensación y 2.665 por el fondo de contingencia.
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UE: la aportación a la caja común europea alcanzará los 13.083 millones en 2014.
Quitando todos estos conceptos, quedan los 66.335 millones que son gasto de los ministerios en sentido estricto. Sin embargo, incluso dentro de esta partida el Gobierno desglosa entre lo que es "gasto disponible" y lo que son "aportaciones a otros organismos":
- Aportación al Servicio Público de Empleo Estatal: 14.597 millones (no es la única fuente de ingresos de este organismo, que también recibe fondos por cotizaciones)
- Aportación a la Seguridad Social: 13.000 millones (para el pago de prestaciones no contributivas, que el Gobierno sacó del sistema general para garantizar su supervivencia)
- Financiación costes del sistema eléctrico: 4.153 millones (tampoco es la única forma en la que se paga por este concepto; esta partida hace referencia a la aportación presupuestaria directa).
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Gasto disponible: 34.584 millones. Ésta es la cifra que el Gobierno más destaca en todos sus análisis. Supone apenas el 8% del gasto total y menos del 25% del gasto de la Administración Central. Montoro asegura que el descenso del 4,7% respecto a los 36.302 millones de 2013 es la mejor prueba de la austeridad del Ejecutivo. En realidad, lo que se presentó en el proyecto de ese año era un gasto en esta partida de poco más de 32.000 millones. Es decir, se ha incumplido en casi 4.000 millones con lo anunciado hace doce meses.
Por ministerios, los 66.335 millones se dividen como sigue:
- Empleo y Seguridad Social: 26.544,24 millones de euros, un 11,5% más (incluye transferencias a Seguridad Social y SPEE).
- Industria, Energía y Turismo: 5.158 millones, un 31,6% más (esta cifra incluye la financiación de costes del sistema eléctrico).
- Interior: crece un 1,2%, hasta 7.298,26 millones de euros.
- Educación, Cultura y Deporte: 2.662,97 millones (un 6,6% más).
- Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente: aumenta un 3% hasta 1.620,76 millones.
- Economía y Competitividad: 2.346,01 millones, un 19,5% más.
- Fomento: la partida asignada crece un 0,2%, con 5.805,07 millones.
- Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad: 1.907,6 millones, cae un 35,6% porque en ejercicios anteriores hubo que cumplir con obligaciones de pago extraordinarias (hay que tener en cuenta que el Gobierno no tiene competencias en estas materias; el gasto en Sanidad está en manos de las CCAA).
- Asuntos Exteriores y Cooperación: 996,49 millones (-8,8%).
- Justicia: cae un 2,3%, hasta los 1.472,29 millones de euros.
- Defensa: 5.742,94 millones, un 3,2% menos.
- Presidencia: 423,15 millones, un 2,6% menos.