La CDU ha arrasado en las elecciones generales que se han celebrado este domingo en Alemania, de modo que Angela Merkel podrá reeditar su cargo como canciller. A diferencia de lo que ha sucedido en el resto de Europa, en donde una veintena de dirigentes políticos han perdido el poder como consecuencia de la crisis económica, Merkel no sólo ha vencido en las urnas sino que ha logrado una victoria histórica para su formación, quedándose al borde de la mayoría absoluta. Y la principal razón tiene que ver, y mucho, con la economía. Tal y como explica el economista germano Jürgen Donges, Merkel ganó en 2009, en el peor año de la crisis financiera internacional, bajo la firme promesa de revitalizar la economía germana. Y eso es, precisamente, lo que ha hecho.
Alemania sigue siendo la locomotora de Europa, se ha recuperado completamente de la dura recesión sufrida en 2009 y, hoy por hoy, registra la tasa de paro más baja de su historia. Su receta contra la crisis ha dado resultado: las reformas estructurales aprobadas en la primera mitad de la década han permitido mejorar aún más la elevada competitividad económica de Alemania, al tiempo que la contención presupuestaria ha mantenido a raya el déficit público. De este modo, la fuerte crisis de deuda que ha golpeado a medio continente no se ha percibido en el bolsillo de los alemanes, tal y como evidencian los siguientes indicadores económicos.
3. Récord de exportaciones
Las exportaciones siguen siendo el principal motor de la economía alemana. Su potente industria se resintió en 2009, debido al retroceso de la demanda mundial, pero luego se recuperó con fuerza, hasta registrar un volumen récord, con un importe de ventas al exterior superior a los 1,4 billones de euros, según las estimaciones que se barajan para el presente ejercicio.
4. Sólido mercado exterior
Tanto es así, que las exportaciones han pasado de representar el 47% del PIB en 2007 a rozar el 52% este año.
5. Superávit en la balanza por cuenta corriente
Gracias a este empuje exportador, Alemania sigue registrando uno de los superávit por cuenta corriente más elevados de toda la OCDE, equivalente al 7% de su PIB anual frente al exiguo 1,2% de la zona euro.
6. Superávit público
Asimismo, es uno de los pocos países de la UE que registra superávit público. Tan sólo incumplió ligeramente los criterios de estabilidad presupuestaria de Maastricht en 2009 y 2010, con un déficit del 3,1% y 4,1% del PIB, respectivamente, lo cual contrasta con los constantes números rojos de los países periféricos.
7. Deuda pública bajo control
La deuda pública de Alemania se ha mantenido más o menos estable en los últimos tres años, lo cual contrasta con el crecimiento observado en el resto de la zona euro.
8. Creación de empleo
Uno de los indicadores más relevantes para el conjunto de los alemanes es la creación de empleo, ya que casi el 73% de la población activa está trabajando frente al 69% de antes de la crisis.
9. Tasa de paro en mínimos
Asimismo, su tasa de paro ronda el 5%, el nivel más bajo de su historia y la mitad que la media de la zona euro.
10. Escaso desempleo juvenil
Por último, la tasa de paro juvenil es de apenas el 8% frente al 23% de la zona euro, y a años luz de las tasas superiores al 50% que presentan algunos países periféricos como, por ejemplo, España.
No a los eurobonos
Merkel necesitará el apoyo de otro partido para poder gobernar, pero los analistas coinciden en que el nuevo escenario político en Alemania reafirma lo improbable de que los eurobonos sean una realidad a corto plazo. "El consenso político en Alemania refleja el apoyo popular a la actual postura del país hacia la zona euro, con su énfasis en las reformas económicas y fiscales para ganar competitividad, y la resistencia a mutualizar la deuda", destaca Fitch. De igual modo, Alemania seguirá rechazando la recapitalización bancaria directa sin condiciones a través del Fondo permanente de rescate (Mede), así como la creación de un fondo común de garantía de depósitos y su disposición a que los países rescatados deban realizar un mayor compromiso con las reformas.
En este sentido, la propia canciller alemana, Angela Merkel, dijo este lunes que no ve "motivo alguno" para cambiar la política europea de su gobierno. Fueron varias las preguntas que tuvo que responder sobre su política en Bruselas y ante todas subrayó su europeísmo y, al mismo tiempo, la necesidad de que los socios de la UE sigan el camino de las reformas que Alemania ya hizo en su día, un mensaje repetido en la campaña electoral. "Alemania tiene experiencia" y lo que ha logrado pueden conseguirlo el resto de socios europeos, recalcó Merkel para recordar que el país fue "el enfermo de Europa" durante años, hasta poner en marcha las reformas que le han llevado a la estabilidad actual. Los datos así lo demuestran.