La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, ha reconocido que se están viendo "algunas señales de recuperación" en la economía mundial, pero ha advertido de que, pese a ello, el crecimiento global siguen tendiendo a la baja.
En una conferencia en la Cámara de Comercio de Estados Unidos, Lagarde insistió en que el entorno económico global siguen siendo "complicado y cambiante", y señaló que los "frutos del crecimiento están lejos de ser compartidos de forma generalizada", algo válido tanto para Estados Unidos como para muchos otros países.
La directora gerente del FMI, que publicará en una semanas una nueva actualización de sus previsiones económicas, reconoció que las economías avanzadas están en una posición mejor de la que se encontraban hace seis meses.
En concreto, apuntó que el crecimiento se está recuperando en Estados Unidos, así como que, por primera vez en mucho tiempo, la eurozona está también comenzado a crecer, "aunque aún queda mucho por hacer". Respecto a Japón, destacó que, pese a que las reformas aún están en marcha, su economía se está comportando mejor gracias al agresivo apoyo de la autoridades.
Sobre las economías de los mercados emergentes, señala que son "la otra cara de la moneda", en gran medida porque ayudaron a la economía global a salir a flote durante la crisis.
Sin embargo, ahora, aunque siguen siendo economías dinámicas, su impulso se ha reducido, por lo que algunas deben buscar un crecimiento más sostenible y equilibrado y otras deben hacer frente a los desequilibrios que les han hecho vulnerables a la recientes turbulencias del mercado.
Por otro lado, subrayó la importancia de la interconexión entre las economías mundiales, y apuntó que, por ejemplo, si las cinco principales economías del mundo trabajan juntas para adoptar una serie de políticas más rigurosas, amplias y compatibles, el PIB mundial aumentaría un 3% en el largo plazo.
"Lo que pasa en cualquier parte del mundo, sea el éxito de la recuperación de Europa o el continuo buen funcionamiento de las cadenas de suministro en Asia, importa cada vez más en Estados Unidos. Y lo contrario también es verdad. Lo que ocurre aquí importa cada vez más en la economía global", agregó.
Advertencias a EEUU
La directora gerente del FMI centró gran parte de su discurso a analizar la situación que atraviesa la economía estadounidense y admitió que el crecimiento del país está siendo más modesto este año de lo que se deseaba, por debajo del 2%, aunque confió en que se acelere "significativamente" el próximo año.
En este contexto, Lagarde instó a la Reserva Federal a que calibre de forma "adecuada" la retirada de los estímulos, y defendió que la salida de las políticas monetarias no convencionales debe ser "gradual", ligada a avances en el crecimiento y el empleo, y "claramente comunicada".
Asimismo, criticó la actual incertidumbre política en torno al presupuesto y al techo de deuda, y aseguró que la postura de los políticos "no ayuda". "Es esencial resolver esto, y cuanto antes mejor, por la confianza, por los mercados y por la economía real", agregó.
Además, instó a las autoridades estadounidenses a concluir la reforma del sector financiero, ya que pese a los progresos realizados, sigue sin ser "suficientemente seguro".