Los bancos que operan en España han vuelto a reducir en agosto sus peticiones de financiación al Banco Central Europeo (BCE), que han caído a 246.200 millones de euros, lo que supone un recorte del 36,6% respecto de las cifras de hace un año y suma doce meses consecutivos a la baja.
En tasa intermensual, la deuda se ha reducido por duodécima vez consecutiva, al caer un 0,8%, con lo que se estabiliza en niveles mínimos de marzo de 2012.
Este importe es el saldo vivo que las entidades residentes en España aún tienen pendiente de devolver al instituto emisor europeo como consecuencia de la financiación que el organismo les ha concedido previamente. El nivel de julio es el más bajo desde hace 17 meses, cuando la deuda neta de la banca con el BCE se situó en 227.600 millones.
El desplome interanual se explica por el menor crédito solicitado por la banca española al instituto que preside Mario Draghi tras la petición del rescate bancario. En términos absolutos, la deuda de la banca española con el BCE se ha reducido en 142.536 millones.
Este importe se incrementó en casi 80.000 millones en marzo de 2012 y superó la barrera de los 200.000 millones. Desde ese momento, la deuda creció hasta alcanzar el máximo de 388.736 registrado en agosto del pasado año, para ir disminuyendo después paulatinamente.
Lo mismo ocurrió con la parte que representa esta financiación neta a la banca española respecto al total del Eurosistema, que se mantuvo en el 34,4%, tras llegar a superar el 80% antes del rescate bancario. La deuda total de la banca que opera en la Eurozona descendió a 714.452 millones, un 0,6% menos respecto al mes anterior.
No obstante, esta cifra no sería representativa si se tiene en cuenta que en algunos países las entidades cuentan con un superávit de liquidez que se salda a través de las facilidades de depósito, con lo que el préstamo neto de estos países se cierra en negativo.
La menor dependencia de las entidades financieras con el BCE se pone de manifiesto también si se tiene en cuenta la cifra de apelación bruta. Esta deuda de la banca española en las subastas de liquidez del instituto emisor tanto a corto como a largo plazo (249.311 millones de euros) se redujo el pasado mes un 1%. Si solo se tiene en cuenta esta apelación bruta en relación con el conjunto europeo (793.752 millones de euros), la financiación del Eurosistema correspondiente a la banca española se reduce al 31,4%.
Este porcentaje aún se mantiene muy por encima del que correspondería a España en función de su aportación al Producto Interior Bruto (PIB) de la zona euro (alrededor del 13%).