El número de supermillonarios chinos -poseedores de una fortuna de, como mínimo, 2.000 millones de yuanes (alrededor de 246 millones de euros)- ha sobrepasado los 300 por primera vez en la segunda economía mundial, según la lista publicada hoy por la revista Hurun.
El listado anual del magazine chino, del mismo estilo que la revista Forbes estadounidense, publica que existen un total de 315 "megamillonarios" en el país asiático, 64 más que en 2012.
El magnate inmobiliario Wang Jianlin, fundador del Grupo Wanda, se llevó este año el primer puesto como hombre más rico del gigante asiático con una fortuna valorada en 135.000 millones de yuanes (22.000 millones de dólares, 16.630 millones de euros), de una lista inicial de 1.000 personas. Wang, de 59 años, desbancó a Zong Qinghou, presidente del grupo Wahaha, compañía líder en ventas de bebidas, y cuya fortuna se disminuyó este año un 44 por ciento.
El líder del Grupo Wanda, que recientemente adquirió la cadena de cines AMC en EEUU y una empresa de fabricación de yates de lujo británica, también fue nombrado el hombre más rico por la revista Forbes a principios de esta semana.
El negocio inmobiliario fue la fuente primordial de las mayores fortunas del país, según Hurun, aunque Lei Jun, dueño de la industria de telefonía Xiaomi, protagonizó el ascenso más meteórico al llegar al puesto número 7 con un patrimonio de 2,6 millones de dólares (1,9 millones de euros). La edad media de estos multimillonarios es 52 años, con una fortuna media de 6.400 millones de yuanes -alrededor de 789 millones de euros-, un 18,5 por ciento más que en 2012.
Una lista no exenta de escándalos
Tres de los 10 más ricos del año pasado de Chengdu, la capital de Sichuan, situada en el centro-oeste de China, se encuentran actualmente detenidos por cargos de corrupción tras una operación policial en la provincia.
Además, Xu Ming, quien ha llegado a los puestos más altos del ránking en pasadas ocasiones, fue un testigo clave del juicio hace unas semanas contra el exlíder Bo Xilai, quien supuestamente recibía sobornos (de hasta 3,4 millones de dólares) del magnate.
La inclusión en la lista de Hurun es considerada por algunos como un "regalo envenenado", ya que las estratosféricas cifras reveladas a veces despiertan la suspicacia del Gobierno y dan pie a investigaciones para averiguar el origen de las ganancias, no siempre el más lícito.