Los tres intentos consecutivos fallidos para tratar de convertir Madrid en sede olímpica han supuesto un coste público total de 6.536,1 millones de euros, según las cifras oficiales estimadas por la propia organización. De esta cuantía, la inversión en infraestructuras asciende a 5.988,3 millones y el resto (547,8 millones) a la construcción de instalaciones deportivas. A ello habría que sumar los 1.515,9 millones de euros extra que tendrían que desembolsar, casi a partes iguales, el Gobierno de España, la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de la capital de aquí a 2020 en caso de que la candidatura hubiera resultado, finalmente, elegida el pasado fin de semana -siempre y cuando no se superaran las previsiones iniciales-. La victoria de Tokio, sin embargo, permitirá ahorrar gran parte de ese dinero que estaba pendiente de ejecución.
Éstas son las grandes cifras financieras del 'sueño olímpico': 8.052 millones de euros de inversión pública, de los que el 80% ya se había desembolsado. Precisamente, el elevado grado de ejecución de las obras fue uno de los principales argumentos empleados por la organización para defender la solvencia de la candidatura Madrid 2020. Pero lo que, en teoría, era una ventaja se ha terminado convertido en un problema, ya que se ha destinado un ingente volumen de dinero para acoger un evento deportivo que, finalmente, no tendrá lugar. En total, 6.536,1 millones de euros a la construcción de infraestructuras e instalaciones que, en el mejor de los casos, serán infrautilizadas y, en el peor, directamente ruinosas. Otras formas alternativas de observar dicha cuantía serían las siguientes:
- Estos 6.536,1 millones de euros equivalen al 88% de la deuda pública que acumula el Ayuntamiento de Madrid en 2012 (7.429,6 millones de euros), la mayor deuda municipal de España. Dicho de otro modo, si Madrid hubiera destinado dicha cuantía a amortizar préstamos, hoy sería uno de los ayuntamientos menos endeudados del país.
- Si esta cantidad se divide entre los 6,4 millones de habitantes que tiene Madrid, el coste de la candidatura, impulsada primero por Alberto Ruiz Gallardón y después por Ana Botella, ascendería a 1.020 euros por persona (hombres, mujeres y niños).
- Si sólo se tiene en cuenta la población activa de Madrid (3,29 millones de personas), la factura olímpica se sitúa en 1.987 euros por cada persona en edad y en disposición de trabajar.
- El coste olímpico alcanza los 2.466 euros por cada trabajador madrileño (2,65 millones de ocupados).
- Finalmente, la cuantía final ronda los 2.110 euros por cada contribuyente madrileño (casi 3,1 millones de declarantes de IRPF, según los últimos datos de Hacienda, correspondientes a 2011).
En resumen, la candidatura olímpica ha costado cerca de 2.000 euros a cada contribuyente madrileño, con el agravante de que la ciudad no acogerá los Juegos.
Constructoras, las grandes beneficiadas
Según las estimaciones de la propia organización, el sector de la construcción ha sido el principal beneficiario de la candidatura, ya que el grueso de las inversiones realizadas se ha destinado a obra pública (sobre todo, transporte) e instalaciones deportivas.
Además, los analistas del Ayuntamiento estiman que los cerca de 6.500 millones de euros ejecutados habrían generado un total de 75.536 empleos equivalentes a tiempo completo, unos 8.400 empleos anuales desde que Madrid optó por primera vez a celebrar los Juegos. Esto implica un coste medio de 86.000 euros por empleo generado, superior a la factura que, en teoría, arrojó el Plan E aplicado la pasada legislatura.
Instalaciones no rentables
A ello se suma el dilema de qué hacer ahora con las instalaciones construidas e inacabadas. En este sentido, destacan, especialmente, tres ejemplos:
1. La Caja Mágica: inaugurada en 2009, fue la infraestructura estrella de las candidaturas de Madrid 2012 y 2016. Presupuestada inicialmente en 120 millones, su factura final rozó los 300 millones. Consta de dos espacios cubiertos con una superficie construida de 103.365 metros cuadrados. Hoy apenas se utiliza para acoger el torneo de tenis Masters que se celebra cada mayo y la celebración de algún que otro concierto.
2. Madrid Arena: este pabellón multiusos iba a ser la sede del balonmano en Madrid 2020. Tras su construcción, el Ayuntamiento lo alquila para celebrar ferias, conciertos y otros eventos culturales sin que, de momento, genere beneficios. La empresa municipal encargada de su gestión, Madridec, quebró. El pabellón saltó a primera página de los medios de comunicación el pasado noviembre a raíz de un incidente con víctimas mortales, aún bajo investigación judicial, acaecido durante la Fiesta de Halloween, y que se cobró la dimisión de algunos altos cargos municipales.
3. Centro acuático: a medio construir, el proyecto incluía cuatro grandes piscinas, pero la obra se paralizó tras el descalabro de la candidatura Madrid 2016. Su culminación y mantenimiento costaría 104 millones de euros extra a las arcas públicas, pero la elección de Tokio como sede olímpica para 2020 hace que esta instalación se mantenga, de momento, en el limbo, a la espera de que el Ayuntamiento tome una decisión al respecto.