La industria del automóvil ha recibido un jarro de agua fría por parte de la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) en uno de los peores momentos de su historia. El regulador acusa a la mayoría de marcas que operan en España de pactar precios e intercambiar información comercialmente sensible y estratégica entre fabricantes y distribuidoras, vulnerando así la normativa vigente al respecto. Se trata del mayor expediente abierto hasta la fecha contra este sector, y su resolución amenaza con imponer duras multas a las empresas que están bajo sospecha, de hasta el 10% de su facturación en el ejercicio previo a la imposición de la sanción: Nissan, Renault, Toyota, Chrysler, General Motors, Fiat Group, Ford, Chevrolet, Hyundai, Honda, Kia Motors, Peugeot y Citroën, Volkswagen Audi España, Seat, Urban Science y Snap-On Solutions.
Este nuevo golpe llega en un momento muy difícil para uno de los sectores más castigados desde que estalló la crisis económica a mediados de 2007. Según un reciente estudio de la universidad alemana de Duisburg-Essen, la venta de coches en la UE podría descender un 5% extra este año, hasta situarse en un total de 11,9 millones de vehículos, convirtiendo 2013 en el peor ejercicio de los últimos 30 años. El elevado desempleo que existe en Europa, especialmente en los países periféricos, y la crisis del euro han hundido la producción de esta industria a casi la mitad de su capacidad máxima, hasta niveles no vistos en décadas, sobre todo en las fábricas de Francia, Italia, Portugal o España. En el caso concreto de España, la caída de ventas ha provocado el cierre de 1.150 concesionarios y la pérdida de 52.380 puestos de trabajo en el sector de la distribución desde el inicio de la crisis.
Ante la denuncia de la CNC, la patronal de los concesionarios en España (Faconauto) afirma que la comercialización de coches presenta uno de los niveles de competencia más elevados de la economía nacional, ya que existe una fuerte concurrencia entre marcas e incluso entre los concesionarios de una misma marca. Esta competencia se refleja en el precio final de venta de los vehículos. Por un lado, el precio medio efectivo (lo que paga en última instancia el comprador) ha bajado un 9,3% en España desde 2007, hasta los 19.213 euros, y en lo que va de año ha caído un 3,7% interanual extra. Por otro, los clientes siguen disfrutando de descuentos y precios históricos en la compra de vehículos, con promociones medias que oscilan entre los 3.000 y 8.000 euros, según la patronal.
Por ello, Faconauto considera que el expediente abierto es "muy preocupante", e insiste en que el sector de la distribución es muy competitivo, dado el amplio abanico de precios y descuentos que existe en la actualidad. Curiosamente, la CNC no cuestiona las distorsiones que provoca en el precio la concesión directa de subvenciones públicas a la venta de vehículos a través de los diversos planes PIVE del Ministerio de Industria.
Mientras, por el lado de los fabricantes, destaca, igualmente, la gran diversidad de márgenes que presentan las distintas marcas. Así, según otro estudio elaborado por la Universidad Duisburg-Essen, con datos de venta de turismos del primer semestre de 2013, las marcas más populares obtienen un margen de beneficios muy estrecho e incluso algunas pierden dinero, a diferencia de los fabricantes de lujo. En concreto, el informe revela cuánto gana el fabricante por cada coche vendido, tal y como recoge la revista especializada Motor.
Porsche encabeza el ranking de marcas más rentables, con un beneficio medio de 16.590 euros por vehículo (un margen bruto del 18,4% del precio final), seguido de Ferrari/Maserati (Grupo Fiat), con 15.000 euros (margen del 11,9%). A continuación, se sitúan las marcas premium, de alta gama, tales como Audi (10,5%), BMW (9,8%) y Mercedes-Benz (4,9%): 3.821 euros por coche, 3.495 y 2.012 euros, respectivamente.
Pero el mapa cambia de forma radical entre las marcas más populares, ya que presentan un margen más pequeño e incluso negativo. En este campo destaca Toyota, con 1.801 euros de beneficio (9%), seguido de Hyundai, Kia, Nissan, Honda, Chrysler, Ford, Skoda, Volkswagen y GM Auto (Chevrolet), con una horquilla de entre 1.000 y 600 euros por coche vendido, entre el 9% y el 3% del precio final del vehículo.
Pero la mayor sorpresa salta al observar el margen de las marcas más vendidas. Los tres coches más vendidos en España en el primer semestre de 2013 son los modelos Seat Ibiza (13.693 unidades), Opel Corsa (13.352 ) -perteneciente a General Motors Europa (GME)- y Renault Mégane (12.946 unidades). Según el citado estudio, estas tres marcas, junto Fiat Auto, Peugeot-Citroën y Ford Europe, pierden dinero, entre un 1% y casi un 6% del precio de cada coche (entre 130 y 843 euros por vehículo).
Esto significa que dicho fabricantes prefieren mantener y bajar precios, aun perdiendo dinero, con tal de mantener su gran cuota de mercado, ya que sus beneficios provienen de su división financiera (financiación y seguros) para la compra de vehículos y de su servicio postventa (repuestos, revisiones y reparaciones).