El conjunto del sector público ocupaba a algo más de 2,84 millones de personas el pasado junio, según la última Encuesta de Población Activa (EPA) correspondiente al segundo trimestre. Esta cifra contrasta con la registrada en el tercer trimestre de 2011, cuando el volumen de empleados públicos alcanzó su récord histórico, con un total de 3,22 millones. Desde entonces, sin embargo, en poco menos de dos años, su tamaño se ha reducido en casi 377.000 personas, situándose así en un nivel muy similar al existente a mediados de 2005. Es decir, el empleo público en España ha retrocedido ocho años, tras caer un 11,7% desde su nivel máximo.
El pasado junio, la Administración Central empleaba a un total de 503.200 personas, el 18% del total; las Comunidades Autónomas (CCAA), por su parte, a cerca de 1,57 millones (55%); los Entes Locales (Diputaciones, Ayuntamientos y Cabildos) a 578.000 (20,3%); y el sector público empresarial a casi 157.000 trabajadores (5,5%).
Fuente gráfica: @Absolutexe, con datos de la EPA.
Sin embargo, esta imagen cambia de forma muy sustancial cuando se observa la evolución del empleo público desde que estalló la crisis financiera internacional, a mediados de 2007. Y es que, lejos de protagonizar un drástico ejercicio de austeridad, los políticos de todas las administraciones se dedicaron a aumentar el volumen de contrataciones, a pesar del desplome de la recaudación fiscal y las evidentes dificultades financieras que ello podría provocar a la sostenibilidad de las cuentas públicas y, sobre todo, al bolsillo de los contribuyentes. Así, lejos de reducirse, el volumen de empleados públicos (funcionarios y personal laboral) se disparó en 346.000 personas entre el segundo trimestre de 2007 y finales de 2011, lo que implica un aumento del 12%. Tan sólo a partir de ese momento comenzó el ajuste de plantillas.
Por ello, hasta el momento, el conjunto del sector público apenas ha logrado reducir 32.000 efectivos durante toda la crisis económica. Esta rebaja contrasta diametralmente con el histórico desplome laboral que ha sufrido el sector privado, con más de 3,55 millones de puestos de trabajo destruidos en este mismo período, al pasar de 17,5 millones de ocupados a mediados de 2007 a 13,9 millones el pasado junio. Dicho de otro modo, el empleo público tan sólo ha experimentado un recorte mínimo del 1,1% durante la crisis, mientras que el empleo privado se ha hundido un 20,3%.
Fuente gráfica: @Absolutexe, con datos de la EPA.
Pero dentro del sector público existen también notables diferencias. Por el lado de los ajustes, destaca especialmente la reducción de plantillas llevada a cabo por la Administración Local. En la actualidad, ocupa a un total de 578.000 personas, unas 99.000 menos respecto al segundo trimestre de 2011, cuando registró un récord de 677.100 efectivos, y 29.400 menos en comparación con el inicio de la crisis. Así pues, el tamaño del personal local ha bajado un 14,6% desde su nivel máximo y un 4,8% desde mediados de 2007.
A continuación, se sitúa el Gobierno central, ya que su número de empleados ha caído en 59.100 personas desde el primer trimestre de 2011, cuando alcanzó su máximo histórico (562.300), aunque apenas ha bajado en 8.200 respecto a 2007, un 1,6% menos a lo largo de la crisis.
Mucho peor es la situación de CCAA y empresas públicas. Es cierto que las autonomías han reducido sus plantillas de forma significativa desde el tercer trimestre de 2011, cuando marcó récord, al pasar de 1,8 millones de empleados a 1,56 millones. En concreto, el personal autonómico ha bajado en 241.400 personas en estos dos últimos años. Pero, una vez más, la clave reside en observar la evolución durante toda la crisis. Y, en este caso, los datos de la EPA revelan que las CCAA cuentan hoy con 32.300 trabajadores más que a mediados de 2007, cuando su personal ascendía a un total de 1,53 millones. Es decir, la plantilla autonómica no se ha reducido durante la crisis sino que ha aumentado un 2,1% en los últimos seis años, con lo que hoy presenta un tamaño superior al registrado en el cénit de la burbuja económica (2007).
Por último, el peor balance en términos relativos corresponde al numeroso elenco de empresas y organismos públicos. Su personal rozaba los 157.000 efectivos el pasado junio, lo que supone un 13,8% menos que su récord histórico, registrado en el tercer trimestre de 2006 (182.000 personas), pero un 5,2% más respecto al estallido de la crisis. En la actualidad, las empresas públicas ocupan a 7.700 empleados extra respecto a mediados de 2007.