Las economías de la periferia de la zona euro, incluyendo España, Grecia, Chipre, Italia, Portugal e Irlanda, no volverán a registrar niveles de PIB similares a los registrados antes de la crisis hasta 2016 ó 2017, según ha advertido la agencia de calificación crediticia Moody's.
La calificadora de riesgos considera que, a pesar de que estos países han realizado progresos significativos para afrontar sus desequilibrios internos y externos, así como las pérdidas de competitividad asociadas, "estas mejoras no son suficientes para un crecimiento sostenible".
Las perspectivas de los ratings de los países periféricos continúan siendo negativas para reflejar las necesidades de ajuste pendientes, la situación institucional de la eurozona y la debilidad de sus perspectivas macroeconómicas, añade la agencia.
En este sentido, Moody's destaca cómo estos países han revertido sus desequilibrios por cuenta corriente y pronostica que Irlanda, Portugal y España cerrarán el año con superávit en este ámbito.
La agencia apunta que el principal motor de estos cambios es la balanza comercial positiva, inicialmente gracias a la contracción de las importaciones, pero cada vez con mayor impacto del aumento de las exportaciones por la mayor competitividad y diversificación geográfica.
"Sin embargo, no está claro si estas ganancias en competitividad son suficientemente sostenibles para permitir que se complete el ajuste", subraya Moody's.
Así, Moody's considera que el retorno a los niveles de PIB previos a la crisis está llevando más tiempo en estos países que al resto de economías que han sufrido 'shocks' financieros en el pasado y sugiere que una de las razones de esta demora es que el euro previene a estos países frente a la depreciación nominal de sus monedas, exigiendo una devaluación interna para mejorar su competitividad internacional.