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Estudio para multinacionales

Las ciudades más caras del mundo para trabajadores extranjeros

El estudio está diseñado para ayudar a las empresas multinacionales a determinar la compensación de sus trabajadores.

El estudio está diseñado para ayudar a las empresas multinacionales a determinar la compensación de sus trabajadores.
Las ciudades más caras

Cuando uno piensa en las ciudades más caras del mundo, Nueva York, Londres, París o Moscú son las principales urbes que que se nos pasan por la cabeza. Sin embargo, según el último estudio de la consultora Mercer sobre el coste de la vida, son varias las ciudades asiáticas que se sitúan en el top ten de este ranking, liderado por la africana Luanda (Angola).

El estudio está diseñado para ayudar a las compañías multinacionales y a los gobiernos a determinar el paquete de compensación y los beneficios adecuados para sus empleados expatriados. Para elaborarlo, Mercer ha utilizado Nueva York como ciudad base y el resto de ciudades, hasta un total de 214, se van comparando en función suya. En todas estas ciudades de los cinco continentes se ha medido el coste comparativo de unos 200 artículos entre los que se incluye diferentes tipos de alojamientos, el precio de unos pantalones o un menú de comida rápida.

Las diferencias en los precios de los artículos de las distintas ciudades analizadas son significativas. Por ejemplo, una taza de café en Managua (Nicaragua) cuesta 1,15 euros, comparado con los 6,20 euros que cuesta en Moscú. Un menú de comida rápida en Calcuta cuesta 2,71 euros, mientras que en Caracas su precio es de 10,08 euros. El estudio sirve como referencia a las multinacionales para evaluar el coste de mandar a su trabajador a un país u a otro. El coste de alojamiento suele ser el gasto más fuerte para la empresa, ya que en muchas ocasiones ha de ser una residencia de lujo por la conflictividad o inseguridad del país de destino.

Luanda, la ciudad más cara

Sorprende que Luanda, la capital de Angola, sea la ciudad más cara del mundo para los expatriados que van a vivir una temporada allí. En la ciudad africana viven poco más de cinco millones de habitantes, -cabe destacar que las autoridades locales hablan de más de 7 millones-, de los cuales se estima que el 80% vive con menos de 400 dólares al mes, aunque seguramente sea menos. Tan sólo el 20% de la ciudad cuenta con servicio de saneamiento del agua y un 30% de las casas tienen agua corriente. Partiendo de estas premisas, todo el mundo pensaría que se trata de un país pobre en el que los precios deberían estar ajustados a la situación en la que viven.

Sin embargo, en Angola apenas hay producción propia, prácticamente todo es importado, por lo que los precios son totalmente desorbitados para la situación de la población del país, y eso, pese a ser unos de los principales productores de petróleo de África. "Angola es un país relativamente pobre, pero muy caro para los expatriados, ya que los bienes de importación pueden ser muy caros. Además, encontrar un lugar seguro para vivir y que responda a los estándares de los expatriados puede ser todo un reto y muy costoso", comenta Rafael Barrilero, socio de Mercer.

Una habitación de hotel no baja de los 400 euros, alquilar un apartamento de dos habitaciones sin amueblar cuesta aproximadamente 4.857,29 euros, por un par de pantalones vaqueros te piden, al menos, 152 euros, por lo que la vida allí, para un ciudadano extranjero se antoja cara y complicada. La guerra civil que asoló el país entre 1975 y 2002 destruyó prácticamente toda la industria, de ahí que la mayoría de lo que se consume tenga que ser importado.

Pero otro de los grandes, sino el principal, problema de Angola es que el presidente, José Eduardo dos Santos, ha instaurado un régimen corrupto que frena las libertades y que ha creado una casta de dirigentes que se enriquecen a costa de los grandes recursos naturales del país, especialmente, los diamantes y el petróleo. De esto es lo que le acusa el líder del principal partido de la oposición en Angola (UNITA), Isaas Ngola Samakuva, y no se aleja de la realidad, ya que los mercados en el país africano están controlados por monopolios. De hecho, Angola está entre los veinte países más corruptos del mundo. Pese a todos estos problemas, Luanda tiene un excelente puerto natural y es el principal centro comercial, financiero y económico de Angola.

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