La actuación de los bancos centrales en respuesta a las turbulencias financieras mediante la adopción de medidas no convencionales en política monetaria permite considerarles, a juicio de la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, como los "héroes de la crisis".
"En muchos sentidos, los bancos centrales han sido los héroes de la crisis financiera mundial", afirmó Lagarde en su intervención durante el simposio anual de Jackson Hole. "En comparación con la política monetaria tradicional, las políticas monetarias no convencionales de los últimos años han sido más ambiciosas y más amplias. Gracias a estas medidas excepcionales, el mundo no se precipitó hacia otra Gran Depresión", añadió.
Así, la directora del FMI defiende que estas medidas evitaron el colapso de la economía mundial y contribuyeron a apuntalar la actividad financiera tanto a nivel nacional como internacional, por lo que "está claro que el impacto hasta ahora ha sido positivo". No obstante, la exministra francesa de Finanzas admitió que estas políticas heterodoxas implican "navegar por aguas desconocidas", ya que resulta difícil discernir las ramificaciones exactas de estas políticas.
"Estamos pisando 'terra nova'. Ahora bien, debemos intentarlo; lo estamos intentando; lo intentaremos con más empeño", añadió Lagarde. Asimismo, la directora del FMI advirtió de la necesidad de que, al margen de la actuación de los bancos centrales, los países adopten reformas financieras, estructurales y fiscales que eviten echar a perder lo conseguido mediante "la ardua labor de los bancos centrales".
Estímulos monetarios
Insistió en que las políticas monetarias no convencionales lanzadas por los distintos bancos centrales han resultado "un éxito" y su aplicación aún resulta necesaria en todos los lugares donde se utilizan, especialmente en Japón o Europa. "Estas políticas aún son necesarias en todos los lugares que las están utilizando, aunque en algunos lugares serán necesarias durante más tiempo que en otros", afirmó Lagarde. "En Europa, por ejemplo, todavía pueden aportar mucho. En Japón probablemente falte bastante también para abandonarlas", añadió.
En este sentido, la exministra francesa de Finanzas subrayó la importancia de que la potencial retirada de estímulos se realice de forma gradual y en función del ritmo de recuperación de las economías, lo que permitirá mitigar las desventajas del repliegue. "No estoy proponiendo un repliegue apresurado (...) A largo plazo está claro que el repliegue de las políticas monetarias no convencionales implicará retirarlas paulatinamente", explicó.
Asimismo, la directora del FMI advirtió de que, al igual que en su despliegue, el repliegue de estas políticas supondrá adentrarse en un terreno desconocido. "Llegará un día en que este período de políticas monetarias excepcionalmente expansivas, convencionales o no, deberá tocar a término (...) Necesitamos planificar para cuando llegue ese día, especialmente porque no sabemos exactamente cuándo ocurrirá", señaló Lagarde. "No pierdo el optimismo. Los bancos centrales manejaron bien el despliegue, y no hay razón para pensar que no ocurrirá lo propio con el repliegue", apuntó.