El Ministerio de Transportes de Israel ha dado luz verde para la construcción de un tren de alta velocidad que unirá las dos principales ciudades del país: Jerusalén, la capital, con Tel Aviv, metrópoli portuaria y económica. El tren viajará por un túnel a más de 80 metros de profundidad y servirá también como refugio anti bomba atómica, con capacidad para unas 2.000 personas en casos de emergencia.
El recorrido entre las dos ciudades, distanciadas por unos 60 km, se podrá hacer en sólo 28 minutos, lo que ahorrará mucho tiempo a las miles de personas que realizan este trayecto todos los días. Además, el tren hará varias paradas para facilitar el transporte a otras ciudades con algunas dificultades de comunicación. Esta obra supone para Israel un gran proyecto urbanístico y se espera que estará terminada a finales de 2017.