Desde hace años se sabe que la bolsa adelanta el comportamiento de la economía en, aproximadamente, un semestre. Es decir, si la tendencia del mercado de valores se convierte en alcista, cabe esperar que un país salga de la crisis y vuelva al mismo el crecimiento económico; por el contrario, si la tendencia se convierte en bajista, lo que cabe esperar es la entrada en un proceso de desaceleración o incluso en un periodo de crisis económica. Teniendo en cuenta esto, ¿qué nos dicen las subidas de la bolsa española este verano con respecto a la evolución de nuestra economía? Dicho de otra forma: ¿empieza a anticipar el mercado de valores la tan deseada recuperación?
Desde el pasado 1 de julio hasta este martes, el Ibex 35 ha subido un nada desdeñable 10,76%, para situarse en los niveles máximos de los dos últimos años. En comparación, el Dax Xetra alemán ha ganado, en el mismo periodo de tiempo, tan solo un 4,71%, a pesar de que la economía germana y los beneficios de sus empresas crecen a más ritmo que la economía española y los beneficios de las nuestras. En un primer análisis cabría pensar que, en efecto, la Bolsa podría estar empezando a anticipar la recuperación económica. En este sentido, es importante destacar que las subidas que se han producido en julio han venido respaldadas por un mayor volumen de negocio, concretamente de 73.361 millones de euros, el más elevado de los registrados en los últimos 21 meses, un 3,1% más que en julio de 2012 y un 25,4% superior al contabilizado el pasado junio. Una subida de la bolsa con crecimiento en el volumen de negocio significa que los inversores confían en la economía y compran más, van adoptando posiciones porque consideran que el final de la caída en la actividad productiva está cerca y que lo que viene a continuación es un periodo de recuperación. En consecuencia, este dato refuerza la idea de que, en efecto, los inversores podrían estar anticipando un cambio de tendencia en la economía española.
Ahora bien, aunque todo lo anterior coincide con la aparición de algunos datos macroeconómicos positivos, como los de exportaciones, balanza de pagos y evolución del empleo en los meses centrales de 2013, todavía es pronto para echar las campanas al vuelo. Dos meses es un periodo muy corto para saber si en la bolsa, en efecto, hay un cambio de tendencia o no. De hecho, si se observa su comportamiento a medio y largo plazo lo parece es que, tras los meses de histerismo en los mercados internacionales por la situación económica española que se vivieron el año pasado, las aguas ahora vuelven a su cauce y el Ibex retoma ese comportamiento lateral que le viene caracterizando desde 2011, que indica que la bolsa no espera mayores deterioros de la situación, pero tampoco mejoras. Y esa es ahora la gran cuestión. Algunos informes indican que en el tercer trimestre el PIB tendrá un crecimiento positivo de una décima, pero es pronto para saber si lo que viene a continuación es una recuperación con cierto pulso o crecimiento débil. La tendencia a corto plazo del Ibex apuesta por lo primero; la de medio plazo, por ahora, sigue decantándose por lo segundo.