El nuevo gobernador del Banco de Inglaterra, el canadiense Mark Carney, aseguró este miércoles que la recuperación económica del Reino Unido pasa por ligar los tipos de interés, en mínimos históricos, con la evolución del desempleo. Este giro hacia una gestión menos convencional ofrece "simplicidad y claridad", dijo Carney al presentar su primer informe trimestral sobre la inflación desde que el 1 de julio asumió su puesto al frente de la entidad emisora, tras años como gobernador del Banco de Canadá.
Siempre que la inflación esté controlada y el paro siga por encima del 7 % -actualmente está en el 7,8 %-, el Banco de Inglaterra mantendrá los tipos de interés en el mínimo histórico del 0,5 %, precisó Carney. Frente a políticas que sujetan la oscilación de los tipos a otros indicadores, como el Producto Interior Bruto (PIB) o la inflación, Carney aseguró que "ahora es el momento apropiado" para condicionar los estímulos económicos al desempleo, una estrategia que ya adoptó la Reserva Federal de Estados Unidos el pasado año, pero a la que se resiste el Banco Central Europeo (BCE).
En el contexto ideal descrito, el gobernador confirmó que tampoco se reducirá la dotación del programa de estímulo económico Alivio Cuantitativo, en el que el banco ya ha invertido 375.000 millones de libras (427.000 millones de euros) en la compra de activos públicos y privados a fin de relanzar el mercado del crédito.
En opinión de Carney, ahora se dan las condiciones para cambiar de rumbo ya que, dijo, "estamos al comienzo de una recuperación" que es "muy bienvenida", pero que surge después de una "recesión muy aguda y un largo periodo de débil actividad". No obstante, advirtió de que el Banco de Inglaterra romperá el vínculo entre los tipos de interés y el desempleo si la inflación supera el 2,5 % durante los próximos 18 ó 24 meses.
En este sentido, Carney también fue positivo respecto a la evolución de los precios al rebajar las anteriores previsiones pues, en su opinión, la inflación no superará el 3 % durante este año. Asimismo, indicó que el PIB británico crecerá un 1,5 % en 2013 y un 2,7 % en 2014, lo que mejora en tres y ocho décimas, respectivamente, los pronósticos del último análisis trimestral del Banco de Inglaterra. "Aunque esto sea verdaderamente destacable, el legado de la crisis financiera hace que la recuperación siga siendo débil en términos históricos y todavía hay margen de maniobra en la economía, lo cual es muy evidente en el alto desempleo", explicó el gobernador.
Las nuevas medidas fueron anunciadas por Carney en el marco de una nueva estrategia que, dijo, ayudará a lograr la recuperación, al tiempo que asegura la contención de la inflación y el mantenimiento de la estabilidad financiera. El nuevo responsable del banco emisor inglés respondía así a la reciente petición del ministro británico de Economía, George Osborne, que solicitó a la entidad que considerase métodos "no convencionales" para estimular la economía del Reino Unido.
Esta estrategia, que Carney ya aplicó en Canadá cuando era gobernador del banco central de ese país, también es visto por los analistas como una forma de evitar excesivas especulaciones. A través de esa "guía de previsión", como es denominada en círculos económicos, el banco puede informar de forma periódica si mantiene los tipos de interés en un nivel determinado por un tiempo específico hasta que otros indicadores de la economía, como el desempleo, muestren señales de mejoría.