El ministro de Transportes de Brasil, César Borges, asegura que no se impedirá que Renfe participe en el concurso público promovido por este país para construir su primera línea de Alta Velocidad, la que unirá Sao Paulo y Río de Janeiro.
Según Borges, el tren Alvia de Renfe que la pasada semana descarriló en las proximidades de Santiago de Compostela no es de Alta Velocidad, según declaraciones que recoge Agencia Brasil, que recuerda que el pliego del concurso impide concurrir a operadores involucrados en accidentes graves de AVE en los últimos cinco años.
"El Gobierno no quiere impedir participar a nadie, pues busca la mayor participación posible. El tren, por desgracia, iba a alta velocidad, pero no era de Alta Velocidad", declaró el ministro brasileño de transportes, que no obstante reconoció que no forma parte del comité que evaluará la ofertas que pujen por el AVE.
Renfe, junto las también empresas públicas de Fomento Adif e Ineco, conforma la parte pública del consorcio de empresas públicas y privadas que el próximo 13 de agosto presentará oferta para hacerse con el que será primer AVE del continente americano. Las firmas privadas del grupo son ACS, Talgo, Indra, Elecnor, Abengoa, Thales, Bombardier y Dimetronic.
El proyecto es un macrocontrato de unos 13.000 millones de euros para la construcción y explotación del que será primer AVE del continente americano, una línea AVE de 511 kilómetros de longitud que unirá Río de Janeiro, Sao Paulo y Campinhas. El proyecto se ejecutará en dos fases.
La primera de ellas, que es la que ya ha salido a concurso por un importe de 2.450 millones, abarca la instalación de la denominada superestructura de la línea (los sistemas de electrificación, señalización, seguridad y telecomunicaciones, entre otros) y la explotación del servicio ferroviario durante un plazo de cuarenta años.
España busca reeditar en Brasil el éxito logrado a finales de 2011 con la consecución del AVE La Meca-Medina, el mayor contrato conseguido hasta ahora por España en el exterior, estimado en unos 6.700 millones de euros.