Tras la aprobación en el Consejo de Política Fiscal y Financiera del denominado déficit a la carta por autonomías para 2013, ha estallado la guerra entre la Comunidad de Madrid y el Ministerio de Hacienda. Madrid obtiene un margen del 1,07%, lejos de la media del 1,3% y muy inferior al 1,58% de Cataluña. Las cifras le llevaron a votar en contra por el premio que supone, se quejan, para las "incumplidoras".
El ministro de Hacienda ha defendido "esta experiencia inédita en democracia" que fija "objetivos de manera realista y alcanzable". Y ha lanzado varios mensajes, criticando a los "recelos" y las "miradas torticeras" entre comunidades, en clara alusión a las regiones que han votado en contra -Madrid, Cataluña, Canarias y Asturias-. Montoro ha aparentado estar especialmente molesto con Madrid, la única comunidad del PP que se ha opuesto a la medida.
"Así no hacemos país, lo que hacemos es dar una imagen que no se corresponde con el estado de las autonomías", ha dicho Montoro. En su opinión, "la tarea del Gobierno es la coordinación" y las regiones "tienen que dedicarse a su propia función y no valorar lo que hace la vecina porque esa es la tarea del Gobierno de España". También ha lamentado el "tú más que yo y yo menos que tú" entre autonomías. "Más claro no puedo ser", ha señalado después, preguntado por los periodistas por la valoración sobre la Comunidad de Madrid.
El ministro ha dicho que la Comunidad gobernada por Ignacio González "está en su derecho de votar en contra" pero ha lanzado un nuevo dardo al señalar que "el año pasado votó a favor de un objetivo de déficit del 0,7%". "Cada uno está en su derecho de fijar su posición política,", ha afirmado.
En este sentido, ha subrayado que el CPFF es un "órgano de carácter político". Y ha minimizado el voto en contra tanto de Madrid como de Cataluña, que aspiraba a un margen mayor, al preguntarse: "¿Qué implicaciones tiene esto? Pues desde el punto de vista del déficit, ninguna, aunque sí desde el punto de vista político". Eso sí, para Montoro, el voto en contra catalán "demuestra que esto no se ha hecho para nadie".
Las razones de Madrid
Las palabras de Montoro llegaron después de que el consejero de Economía de la Comunidad de Madrid, Enrique Ossorio, detallara las razones que había tenido su gobierno para oponerse al déficit a la carta. Para la Comunidad de Madrid, lo aprobado "premia a las incumplidoras y castiga a las que lo estaban haciendo bien". En su opinión, este tipo de medidas convierten la Ley de Estabilidad Presupuestaria, destinada a controlar de una vez por todas el despilfarro de las regiones, "en papel mojado".
El consejero lamentó el castigo que esta decisión supone "para los esfuerzos" de su Gobierno, del que recordó que mantenido su política de no subir impuestos.
Para Madrid, el problema no es sólo de límite de déficit. Según las cuentas de la Comunidad, el sistema de financiación autonómica, tal y como se negoció el anterior Gobierno socialista y ERC, deja a Madrid con 1.000 millones menos por una mera cuestión estadística, puesto que mide de forma errónea el número de habitantes de la región. Por eso, Ossorio se quejaba amargamente tras el CPFF de que sus ciudadanos no sólo aportan el 73% de la "solidaridad regional", sino que además perderán "1.260 millones de euros" de forma injusta, por un fallo contable que no se quiere corregir.