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Álvaro Vargas Llosa: "España se recuperará si los políticos dejan de estorbar"

El analista peruano habla sobre el rumbo de España, Perú o Chile, analiza la política monetaria de la Reserva Federal y la inversión en valor.

Álvaro Vargas Llosa (Lima, 18 de marzo de 1966) es uno de los periodistas y ensayistas más respetados de América Latina. Con motivo del VI Foro Atlántico, convocado por la Asociación de Iberoamericanos por la Libertad y celebrado en la Casa de América, Vargas Llosa ha visitado Madrid y se ha reunido con Libre Mercado para hablar de la coyuntura económica actual.

- En Perú gobierna Ollanta Humala, que parece dispuesto a mantener en gran medida el paradigma capitalista que heredó y que en 2012 sacó a medio millón de personas de la pobreza.

- Perú no hubiera permitido a Humala gobernar como un nuevo Chávez. Si acaso ese fuese el deseo, habría ganado las Elecciones de 2006, pero entonces la gente prefirió volver a votar a Alan García. Ahora que sí es Presidente, le toca gestionar un país que ha avanzado mucho, y lo inteligente por parte de Humala es saber limitarse y no pretender revertir lo que ha conseguido Perú. Cuando su gobierno se ha excedido, lo hemos dicho claramente. Además, temo que no será una legislatura en la que se hagan grandes reformas. Pero en general, Perú mantiene la dirección y el rumbo económico correcto.

- Y pese al éxito, hay una sensación de fragilidad. Algo parecido ocurre en Chile, a pesar de que es, con diferencia, el país más desarrollado de la región.

- Chile es el país líder en desarrollo económico pero empieza a haber un cuestionamiento de lo que se suponía que era el paisaje natural de las cosas. Había un consenso en torno a la economía de mercado que ahora parece en riesgo. Creo que hay un riesgo de españolización de Chile.

- ¿A qué se refiere exactamente?

- La crisis española tiene una dimensión técnica, y es el difícil encaje de la economía española en una moneda común con Alemania. No obstante, el problema español también tiene mucho que ver con la pérdida de la transmisión intergeneracional de valores fundamentales para el éxito económico. Entre los 60 y los 80, los españoles lucharon por su prosperidad; pero desde entonces, poco a poco, se ha dado todo eso por sentado, se ha perdido la memoria y, en vez de sostener y expandir lo conseguido, se ha dilapidado la herencia. España ha entrado en una crisis, en una decadencia, y eso es similar a lo que veo en Chile. Es un país de gran éxito, que está ya a las puertas del desarrollo, pero las generaciones más jóvenes no entienden lo que sus padres y abuelos aprendieron después de muchas experiencias traumáticas. En cualquier caso, en América Latina está claro que quienes progresan son los países de la Alianza del Pacífico, por lo que el reto es corregir las debilidades intrínsecas, avanzar las reformas pendientes. Por ejemplo, México también ha avanzado mucho, pero el petróleo sigue estando en manos del Estado y la intervención pública en la economía es excesiva. Por eso siempre hay que seguir luchando.

- Históricamente, los intelectuales de América Latina han apostado por modelos económicos cerrados. En el caso de Chile, por ejemplo, antes de Allende y Pinochet se produjo un progresivo empobrecimiento, justo cuando los celebrados técnicos de la CEPAL se salieron con la suya e impulsaron un giro proteccionista, dentro del modelo de "sustitución de importaciones". Y no hace falta irnos tan lejos: hoy en día se aplauden los programas de gasto público de Lula da Silva en Brasil pero nadie se preocupa por cuestionar cómo se generó la riqueza necesaria para mantener eso. ¿Qué pasa con las élites?

- Es que, a lo largo de la historia de América Latina, los intelectuales se han enamorado del autoritarismo y no han percibido que la tiranía se ha renovado de forma continua. El viejo populismo de Perón o Vargas tenía el apoyo de muchos intelectuales. También, como comentas, los giros proteccionistas y autárquicos de la "sustitución de importaciones" se apoyaban en teóricos influyentes. En realidad, la verdadera revolución intelectual en América Latina es el liberalismo.

Este fenómeno también se aprecia en Europa, donde las élites han tendido a rechazar el capitalismo. Una tesis al respecto que me seduce es la de Robert Nozick, que cree que los intelectuales tienen envidia del éxito que nace de los procesos espontáneos que se dan en el mercado. Así, les genera recelo que alguien que no tiene sus estudios o su fineza intelectual pueda ganar dinero en el mercado y tener éxito a través de la competencia.

- Volviendo al caso de España, ¿qué tal ve la situación económica de nuestro país?

- La crisis era previsible en la medida en que se exigía al Estado más y más redistribución. Ha faltado liderazgo político para frenar el socavamiento de los fundamentos que han traído la prosperidad a España. Creo que el PSOE tiene mucho que ver con esto y tampoco ayuda mucho que las tensiones del nacionalismo siempre estén de por medio.

El euro ha sido una camisa de fuerza que quitó a la política española el manejo discrecional de la divisa. Esto ha sido positivo, porque se acabaron las devaluaciones caprichosas que buscaban posponer y evitar las reformas. No obstante, si estás en el euro tienes que ser más y más competitivo, y esto también ha fallado.

España se ha alejado de la idea de la responsabilidad individual y se ha puesto la redistribución por encima de todo. Ante un panorama así, claro que pasan cosas como las que estamos viendo. ¿Se puede salir de esto? ¡Por supuesto! Pero hace falta liderazgo claro, con capacidad de sacrificio y también de explicación, porque las reformas necesarias son importantes.

- Acabas de sacar el libro "Y tú, ¿dónde pones tu dinero?". Esa misma pregunta quiero hacerle yo a Vd.

- Lo pongo allí donde hay una diferencia entre valor y precio, allí donde las cosas cuestan menos de lo que valen.

- ¡Benjamin Graham puro!

- Sí. Y es que esta forma de invertir tiene un éxito demostrado y además es aplicable tanto a una empresa de gran consumo como a la compra de tierras o materias primas. De lo que se trata es de entender la diferencia entre valor y precio. Vivimos en una crisis secuencial, pero esto ofrece oportunidades a quienes tengan visión a largo plazo y buenos fundamentos.

Esto no es fácil, porque la continua intervención de la política monetaria nos conduce a una especie de "turbulencia permanente". Hace falta tener nervios de acero, saber soportar caídas y vaivenes. Para tener esa calma, es importante tener las cosas claras y abordar las finanzas teniendo en cuenta la economía liberal y, en particular, las tesis y enseñanzas de la Escuela Austriaca. Esto ayuda a entender mejor lo que ocurre.

- Has hablado de una política monetaria que narcotiza el mercado. Se ha insistido mucho en esto y ya la propia Reserva Federal hablar de retirar los estímulos monetarios. ¿Hacia dónde vamos? ¿Pinchamos de una vez la burbuja como hizo Volcker?

- Sin duda ocurrirá algo así, de hecho ya se han dado cuenta de que es inevitable y por eso han empezado a anunciarlo. Saben que esto ya no da más, por lo que debemos acostumbrarnos a un mundo en el que habrá más inflación. Esto no se nota aún porque la economía se ha frenado, pero tarde o temprano se manifestará.

Lo que hizo Volcker fue audaz, pero exige que los políticos tengan estómago para aguantar el impacto de pinchar de una vez por todas esta burbuja. ¿Cómo podemos protegernos ante este escenario de incertidumbre? Con tierra, oro o plata, también con negocios buenos, de los de siempre. Y toca volver a aprender lo importante que es el ahorro.

- Por aquí el ahorro estaba casi olvidado y superado...

- Si nos fijamos en la conducta de los inmigrantes que llegan a Occidente, vemos que ahorran mucho más. Hay que redescubrir la fuerza y la importancia del ahorro. Lo mismo puede decirse del trabajo: se ha tendido a esperar mucho del Estado, habrá que entender que eso se acabó. Pero ese cambio de mentalidad es interesante, en España hay muchos jóvenes que se están planteando la posibilidad de abrir su propio negocio, es algo que no escuchabas antes.

En realidad no me preocupa la gente, pues confío en que está redescubriendo estos valores. Lo que sí me preocupa son los gobiernos, porque hacen falta dirigentes muy visionarios que entiendan de una vez que lo mejor que pueden hacer los políticos para que la recuperación llegue antes es dejar de estorbar. Si eso ocurriese, el despegue sería rapidísimo. Pero falta liderazgo en Occidente.

- Hemos hablado de Perú antes pero no hemos tocado la situación monetaria de su país.

- Que el crédito crezca a un ritmo anual del 20% no me gusta. No hay un riesgo inminente de burbuja inmobiliaria, porque hay un déficit importante de vivienda, solamente en Lima hace falta un millón de nuevas viviendas para acomodar a las nuevas clases medias. Eso sí: el ritmo de crecimiento del crédito es riesgosamente alto, duplica el ritmo de crecimiento de la economía y la verdad es que puede ser un problema a medio o largo plazo. A corto no, porque la demanda también crece conforme la gente que estaba fuera del mercado sale de la pobreza, y eso mitiga los riesgos más inmediatos.

El epílogo de esta entrevista está disponible aquí. En él, Álvaro Vargas Llosa habla del "Perfecto Idiota Latinoamericano", de la importancia económica de la inmigración o del mito del Che Guevara. Pueden seguir a Diego Sánchez de la Cruz en su blog de Libre Mercado, en su cuenta de Twitter y en su página de Facebook.

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