La Federación Bancaria Europea (FEB) ha celebrado el acuerdo de último minuto alcanzado por los Veintisiete sobre la nueva directiva para gestionar la reestructuración y liquidación de bancos, aunque muestra su preocupación por la "flexibilidad" otorgada a los estados miembros para salvar a determinados acreedores y depositantes de la quita.
"Los bancos europeos estamos encantados de ver que los ministros de Finanzas europeos han llegado a un acuerdo esta mañana sobre el enfoque general del Consejo para la negociación de la tan esperada Directiva de Recuperación y Resolución Bancaria en próximos diálogos a tres bandas con el Parlamento Europeo y la Comisión", señala en un comunicado.
Sin embargo, la patronal bancaria europea asegura que sigue preocupada por ver de nuevo al Consejo retroceder en el principio de mercado único, permitiendo a los Estados miembros que salven a determinados acreedores y depositantes de las quitas aplicadas en un proceso de quiebra.
"Cualquier significativa flexibilidad a las autoridades de resolución para excluir pasivos elegibles distorsionará de forma drástica la claridad y la predictibilidad entre los inversores para estimar 'ex ante' el impacto del rescate interno, forzándoles a contemplar el peor escenario posible", aseguró el consejero delegado del EBF, Guido Ravoet.
En su opinión, esto provocará un mayor incremento de los costes de financiación de los bancos y limitará la capacidad de las entidades para prestar dinero a la economía en general. Aún así, celebra que esta flexibilidad se vaya a revisar nuevamente en 2018 para buscar la posibilidad de una mayor convergencia.
Asimismo, también muestra la "preocupación" de los bancos miembros de la EBF ante la decisión de que los fondos de resolución, prefinanciados con contribuciones de la banca, deban alcanzar un 0,8% de los depósitos cubiertos en un plazo de 10 años y por el hecho de que el Parlamento Europeo pida que este porcentaje se eleve al 1,5%. En este sentido, considera este aumento "arbitrario" e insta a los legisladores a realizar una "evaluación exhaustiva" del impacto que tendrá desviar mucha de la financiación que necesita la economía en general a un fondo de resolución.
La EBF señala que el 'autorrescate' de una entidad debe ser la "piedra angular" de la financiación de la resolución, y afirma que lo ideal es incluir a todos los accionistas y los acreedores en la absorción de pérdidas, con el fin de proporcionar al mismo tiempo al banco del suficiente capital y de una provisión de liquidez por parte los bancos centrales de forma totalmente segura.