Miguel Roncalés empezó a trabajar en 2006 con el Dr. Brent Segal, un químico de la universidad de Harvard con más de 120 patentes a sus espaldas. La distancia no fue un problema para que este empresario aragonés y el científico californiano fundasen en 2008 Alphasip, una pyme española nacida entre Zaragoza y Boston.
La actividad de Alphasip está orientada a aplicaciones de nanotecnología a través de la fabricación de chips de diagnóstico médico. Estos sensores permiten diagnosticar una patología en el punto de atención del paciente y también, el consumo de drogas. Así, Alphasip ya ha puesto a la venta varios productos, como el CardioCHIP, para el diagnóstico de Trombosis Venosa Profunda, o el CocaCHIP, un test de diagnóstico de estupefacientes en saliva. Miguel Roncalés analiza con Libre Mercado el éxito de éste último, que ha logrado comercializarse en cinco Comunidades Autónomas, así como la evolución de su empresa.
Pregunta: Lanzar una empresa en plena crisis, ¿era el mejor momento?
Respuesta: Yo creo que sí, pero si nos centrábamos en la economía real. Teníamos claro que había que centrar nuestra actividad en cosas que se pudieran tocar, medir y fabricar, en contra de lo que estaba haciendo todo el mundo, que eran cosas intangibles. De hecho, en el sector de la nanotecnología somos muy pocos en España.
¿Cuánta gente forma parte de Alphasip?
Somos 30 personas, de los que la mitad son investigadores.
¿Es difícil que ciencia y empresa hablen el mismo idioma?
Muchas veces sí. Creo que las empresas no siempre valoran el esfuerzo del investigador. Yo soy un híbrido entre empresario y científico y esto me permite entenderlos un poco más.
Tienen que ser conscientes de lo que cuesta investigar y para ello los empresarios se tienen que hacer a la idea de que sus inversiones tendrán que ser a medio y largo plazo. Pero no siempre un inversor está preparado para esperar 8 ó 9 años, el inversor es muy cortoplacista y a corto plazo es imposible obtener unos resultados exitosos en este campo.
¿Y al investigador no le cuesta entender al empresario?
Creo que hay un mito sobre esto que gira en torno a la figura del investigador. Al contrario de lo que se cree, los investigadores son muy accesibles, razonables, con los que es muy fácil trabajar y que no se aíslan de la empresa.
Habéis sacado al mercado el primer detector portátil de drogas español, ¿en qué consiste?
Es un test de diagnóstico médico para detectar la presencia de drogas. El Cocachip es capaz de detectar en 5 minutos estupefacientes de diversa tipología, como cocaína, anfetaminas, cannabis o metanfetaminas. La Policía Local de Aragón, Madrid, Cataluña, Extremadura y Galicia ya se han hecho con ellos.
¿Qué tiene este detector de drogas que no tenga el resto?
Es portátil, más higiénico, más rápido y más barato, cuesta unos 4.000 euros. Las drogas son mucho más difíciles de medir que el alcohol, nosotros hacemos 5 pruebas en una y el aparato es totalmente portátil, hay otros que parecen microondas.
¿Qué otros usos, a parte de la seguridad vial, habéis pensado darle?
Hombre, yo tengo un amigo en Google California que les hacen controles de drogas de manera aleatoria y se podría plantear. Nosotros no queremos controlar a la gente como si fueran niños pequeños, cada uno que haga lo que quiera con su vida, pero el consumo de drogas en el entorno laboral sí supone un problema para las empresas.
¿Vuestros Chips portátiles de diagnóstico sirven de alguna manera como sustitutivo del médico?
Nuestro objetivo ha sido, inicialmente, descongestionar las urgencias. Todos nuestros chips son de uso profesional, enfocados al personal sanitario. La idea es que cuando llegue alguien con un dolor en el pecho a urgencias puedan saber si tiene una embolia, un infarto o una neumonía en muy poco tiempo.
Eso permite que el especialista que esté de guardia pueda dedicar más tiempo a los casos más graves y que los diagnósticos se hagan mucho mas rápido. También se le podrá sacar mucha rentabilidad en las comarcas donde los hospitales están a una distancia considerable porque un practicante o un farmacéutico podrán realizar el diagnóstico sin problemas.
¿Os habéis planteado comercializarlo para uso particular?
Sí, pero para eso tendríamos que asociarnos con una empresa de diagnóstico grande, porque el nivel de inversión que requiere esta idea es alto. Para poder venderlos a un precio accesible tendríamos que vender muchos. Pero yo creo que en 4 ó 5 años será factible. Igual que te mides la diabetes en casa, ¿por qué no otro tipo de enfermedades?
De todos los productos que habéis creado, ¿de cuál estás más orgulloso?
Del Neumochip, un desarrollo para detectar los riesgos de meningitis y neumonía. Aunque, de momento, es un producto 100% hospitalario.