Después de meses de competición, Cataluña tiraba la toalla. Sabía que el empresario Sheldon Adelson haría Eurovegas en Madrid. Pero la Generalidad se guardaba un "as en la manga". Un proyecto más modesto pero que le permitiría salvar la cara. Se trataba de BCN World. Un macrocomplejo de hoteles, casinos, parque temático, campos de golf y centros comerciales. Artur Mas lo anunciaba junto con el presidente de la Caixa, Isidre Fainé y el empresario Enrique Bañuelos. El proyecto contaría con una inversión de 4.700 millones y 40.000 empleos.
A lo largo de estos meses, la Generalidad le ha dado máxima prioridad al proyecto y para apoyarlo ha planteado bajar los impuestos al juego del 50% al 13%. Una medida que los empresarios juzgan básico y que ahora el socio de Gobierno, ERC, amenaza con dinamitar. "Estoy totalmente en contra", decía Oriol Junqueras este lunes en una entrevista en Catalunya Radio. "Nosotros no queremos bajar los impuestos sobre el juego y eso lo queremos dejar bien claro", remataba.
Pero además de dificultar las ventajas fiscales para facilitar la creación del proyecto, el líder de ERC se ha mostrado partidario de "prohibir el juego" porque , según él, "hace más mal que bien".