España y Reino Unido se han desmarcado este jueves de la amenaza de veto de Francia al lanzamiento de las negociaciones para un acuerdo comercial con Estados Unidos, al considerar que se trata de una oportunidad "histórica" para las dos regiones y pedir que no haya "miedo" a abordar "todos los asuntos y sectores". París reivindica la exclusión del sector audiovisual en las negociaciones para proteger la "excepción cultural" que permite subvencionar el cine europeo.
Los ministros de Comercio de la Unión Europea intentarán salvar este bloqueo el viernes en una reunión en Luxemburgo, de la que esperan salir con un mandato negociador que permita iniciar los contactos formales con Washington a finales de este mes.
Horas antes de esta cita, el secretario de Estado español de Comercio, Jaime García-Legaz, y su colega británico, Vince Cable, han firmado una declaración conjunta en la que destacan las ventajas económicas que un eventual acuerdo tendría para las industrias europeas y abogan por avanzar con compromiso firme en las negociaciones.
"Asumimos que van a ser unas negociaciones difíciles. Surgirán sensibilidades particulares tan pronto como la Comisión Europea y las autoridades estadounidenses comiencen, ambas partes temerán que el otro sea más competitivo en algunas áreas (...), pero ese miedo no debería impedirnos hablar de todas las cuestiones y sectores relevantes", declaran los secretarios de Estado.
España, junto a más de una decena de Estados miembros, es firmante de otra declaración suscrita en una reunión de ministros de Cultura de la UE en la que se pedía protección para la cultura europea en las negociaciones con Estados Unidos, lo que fue interpretado como un apoyo a las reivindicaciones de Francia.
Ahora, la declaración hispanobritánica aboga por abordar "todas las cuestiones y sectores, incluidos aquellos más sensibles para nosotros". "Es en tiempos de cambio cuando necesitamos mostrar nuestro firme compromiso para avanzar", dice el texto, que también señala que se abre "una histórica ventana de oportunidad, tanto en términos políticos como económicos" que podrá determinar "el modo de hacer negocios en las próximas décadas".
El acuerdo transatlántico sobre comercio e inversión (ATCI) es "una de las iniciativas bilaterales más ambiciosas para crear empleo y crecimiento", según los secretarios de Estado español y británico. De acuerdo a la declaración, un pacto comercial como el que negociarán los dos bloques traerá "enormes beneficios" y beneficios anuales equivalentes a un 0,4 % del PIB. "La situación económica en Europa nos obliga a ser proactivos, debemos ofrecer a nuestras compañías y profesionales las mejores condiciones posibles para que puedan ofrecer sus bienes y servicios en ambos mercados", explican.