El debate está nuevamente encima de la mesa. Será difícil que Grecia cumpla el objetivo de reducir su deuda pública hasta el 120% del PIB en 2020, tal y como fija el programa de rescate vigente. Y ello, unido al agravamiento de la crisis económica que sigue sufriendo el país, hace pensar al Fondo Monetario Internacional (FMI) que será necesario aplicar una nueva quita sobre su deuda soberana para que las finanzas griegas puedan ser sostenibles a medio y largo plazo.
No en vano, a pesar de que desde 2010 el país ha recibido dos rescates internacionales, por un importe total próximo a 240.000 millones de euros, y se ha aplicado una quita sobre parte de sus bonos, la deuda pública de Grecia ascendía a casi 310.000 millones de euros el pasado trimestre, una cuantía muy similar a la registrada hace tres años, al inicio de la crisis del euro, con el problema añadido de que la situación económica ha empeorado mucho desde entonces.
La economía griega cayó en el primer trimestre un 5,6% interanual, situándose en apenas 37.700 millones de euros, el menor volumen trimestral registrado desde el año 2000. Asimismo, el desempleo alcanzó en marzo un nuevo récord al situarse en el 26,8% de la población activa, lo que equivale a 1,3 millones de desempleados. De este modo, la contracción económica está superando, una vez más, las previsiones elaboradas por la troika, tal y como muestra el siguiente gráfico.
Por todo ello, el FMI recomienda ahora efectuar una nueva reestructuración sobre la deuda de Grecia, en línea con su reciente informe sobre el rescate heleno, en el que, además de criticar las subidas fiscales para tratar de reducir el déficit, también abogaba por aplicar quitas soberanas desde el mismo estallido de la crisis para lograr la sostenibilidad de las cuentas públicas.
Sin embargo, al igual que en 2010, esta opción no cuenta con el visto bueno de Bruselas ni, sobre todo, de Alemania, al menos de momento. Berlín advirtió el lunes de que no está por la labor de aplicar una nueva quita a la deuda griega, con las consiguientes pérdidas para los acreedores del Estado heleno. De hecho, por primera vez, el Gobierno de Angela Merkel ha amenazado a la troika con dejar de contribuir al rescate de Grecia en caso de que se opte por esta vía. Berlín trata de mostrar una imagen de guardián de los contribuyentes alemanes de cara a las elecciones generales del próximo septiembre.
Otras posibles quitas
Sin embargo, la amenaza de las quitas se podría extender más allá de Grecia. El execonomista jefe del FMI Kenneth Rogoff, aboga, igualmente, por nuevas reestructuraciones de deuda. "Cualquier estrategia realista para atender a la crisis de la zona del euro debe implicar enormes quitas (perdones) a las deudas de los países periféricos. La gigantesca deuda bancaria y gubernamental combinada de esos países -la diferencia se ha desdibujado toda Europa- ha convertido al crecimiento sostenido en un sueño", añade.
De este modo, "los países del norte de la zona del euro (incluida Francia) verán esfumarse cientos de miles de millones de euros", pero cantidades "ya se han perdido, simular algo distinto no es sostenible indefinidamente", indica. En última instancia, Rogoff aboga por una auténtica unión política, más allá de la actual unión monetaria.