A pesar del ajuste del déficit llevado a cabo el año pasado, España todavía carece de una estrategia creíble y bien definida de consolidación fiscal a medio plazo, según Bank of America Merrill Lynch, que espera que el Gobierno detalle antes de octubre las medidas encaminadas a cumplir el objetivo de déficit de 2014 y no descarta más ajustes incluso este año si la ejecución presupuestaria no cumple las expectativas.
"España aún carece de una estrategia de consolidación fiscal a medio plazo bien definida y creíble", señala el banco, que apunta que el programa de estabilidad del Gobierno no contiene ninguna nueva medida suficientemente detallada más allá de renovar las subidas de impuestos que supuestamente expiraban este año.
De hecho, los analistas de la entidad apuntan que "la manera en que se calculan las medidas en el programa de estabilidad" no encaja con lo anunciado, poniendo como ejemplo que, mientras se anuncia que el aumento del IRPF se suprimirá en 2015 "esto no se cuantifica en el programa". "Esperamos el anuncio de más austeridad de cara a 2014 no más tarde del 1 de octubre (...) no descartaríamos más ajustes tras el verano de 2013 si la ejecución sorprendiera a la baja", añaden.
Asimismo, el informe de BofA Merrill Lynch advierte de la imprtancia del diseño de cualquier medida de austeridad para este año o el siguiente, puesto que "un abuso de subidas de impuestos podría facilmente arrastrar al crecimiento a terreno negativo, frustrando las esperanzas de recuperación en la segunda mitad del año".
A este respecto, ante la fragilidad de la economía española, la entidad estadounidense considera razonable que la Comisión Europea haya dado más tiempo para cumplir las metas de déficit, aunque subraya que esta prórroga sólo tiene sentido si va acompañada de ajustes creíbles a medio plazo y la implementación de reformas estructurales.
"No somos optimistas respecto a la implementación", apuntan los autores del informe. "España se encuentra con la mayor parte del ajuste fiscal estructural todavía por delante, con una deuda mayor y una tendencia de crecimiento más débil por la demora en aplicar reformas, amenazando de este modo la sostenibilidad de su deuda", advierten. Así, el informe reconoce que, si bien ha habido algunos progresos en algunas cuestiones, estos han llegado con mucha lentitud y sin la suficiente profundidad como consecuencia "de los grandes costes políticos que conllevarían estas reformas y la resistencia a recortar los privilegios de determinados grupos".
Bruselas debería haber exigido mayor dureza
En este contexto, los analistas del banco estadounidense consideran que la Comisión Europea ha perdido una excelente oportunidad de ejercer una mayor presión sobre España al no recomendar sanciones tras los resultados de 2012 y, en vez de ello, repetir sus recomendaciones, aunque esta vez con plazos claros.
"Europa ha adoptado la estrategia del palo y la zanahoria respecto a la periferia", señala el informe, que advierte de que "la incertidumbre respecto a la unión bancaria resta atractivo a la zanahoria, mientras que el palo ha demostrado ser más flexible de lo esperado, lo que es bueno para el crecimiento a corto plazo, pero debilita su credibilidad".
Contrato único
No obstante, la entidad señala que su visión respecto a España podría resultar más optimista si la mejora de las exportaciones superase las expectativas en los dos próximos años, así como si el Banco Central Europeo (BCE) proporcionara antes de lo esperado medidas de apoyo a las pymes.
En este sentido, BofA Merrill Lynch subraya que si el Gobierno presenta una estrategia de consolidación concisa y bien definida para el periodo 2014-2016 con una reforma fiscal favorable al crecimiento "eliminaría muchas de las preocupaciones de que los déficit presupuestarios no están bajo control y respecto a la sostenibilidad de la deuda".
Asimismo, el banco estadounidense recomienda reformas dirigidas a terminar con los "cuellos de botella" en la economía española, incluyendo una nueva reforma laboral para afrontar la dualidad del mercado de trabajo, para lo que proporne introducir el contrato único, así como reformar el mercado de productos y servicios, incluyendo el sector de las 'utilities'.