Cuántas veces hemos oído eso de "qué tendrá el agua de Madrid cuando la bendicen". Pues es lo que les falta hacer a los jóvenes creadores de Cervezas La Virgen, bendecirla, porque el agua de Madrid, como la que sale del grifo de nuestras casas, sin filtrar, es la base de la cerveza artesanal que cocinan desde hace un par de años. Una cerveza gata sin mácula, aromática, para degustar, sin aditivos, ni azúcares, sin pasteurizar… En definitiva, una cerveza virgen. Y, por si fuera poco, con un eslogan que reza: "hecha con amor".
Libertad Digital llega a la nave-fábrica en la localidad de Las Rozas el día en que sale a su destino la primera producción de la Virgen Veraniega, una cerveza anaranjada, con aroma cítrico, que crea adicción. Se suma a sus dos clásicas, ya, la Lager Madrileña, una rubia para la caña típica, eso sí, con seis maltas de cebada y madurada a la antigua usanza, durante un mes y medio a cero grados, y la Jamonera, una tostada. Su nombre se lo debe a que con una tapa de jamón puedes alcanzar la gloria.
¿Dónde se les apareció la idea a este grupo de treintañeros? Encajan en lo que nos viene a la cabeza cuando evocamos a ese emprendedor estilo yanqui. La historia comienza en San Francisco. Tres de los seis socios se fueron a trabajar hasta la ciudad de Janis Joplin o Steve Jobs y allí descubrieron el placer de visitar esas pequeñas cerveceras urbanas artesanales a las que puedes ir a degustar su pequeña producción. Comprendieron entonces que sus armas de trabajo eran el lúpulo, la malta de cebada, el agua… Estudiaron, trabajaron en el sector, allí y aquí, y con algo de levadura su idea fue fermentando. Un buen día de 2011 consiguieron convertir su mayor afición en un pequeño e incipiente negocio. Hoy distribuyen su zumo de cebada a 150 locales de Madrid.
A pesar de la que está cayendo, estos jóvenes decidieron emprender su particular vía crucis empresarial. "Digamos que, si no tienes la paciencia para hacerlo, no lo harías al final. Es complejo". Jaime Riesgo, uno de los cofundadores, reconoce que cuando escucha a algún político hablar de emprendedores "me da miedo siempre". Papeleos interminables, normas absurdas y, además, conseguir que mane otro grifo, el de la financiación. Otra pregunta, ¿cómo se ayudaría a los que empezáis? Respuesta: "atrasar pagos el primer año, planes de negocio…".
Ahora mismo producen 2.000 litros de cerveza a la semana, que es lo mismo que decir, 4.000 botellas cada siete días. Son 10 trabajadores. De jueves a sábado la fábrica se abre al público para degustar otras variedades La Virgen que sólo se pinchan aquí. Y un atractivo más. La parte culinaria está en manos de Estanis Carenzo, chef del reputado restaurante Sudestada. Puedes acompañar la cerveza con un perrito caliente muy especial, patatas y jamón ibérico.
Gracias a Dios -y a La Virgen- todavía hay gente que se complica la vida para ofrecernos un producto cuidado, atractivo, un lujo barato y rico, rico. El latido empresarial continúa bombeando "a pesar del Gobierno" -frase acuñada por Carlos Rodríguez Braun-.