La nueva ley de emprendedores incluye la medida que lleva estudiando el Gobierno desde hace meses, conceder la residencia a los extranjeros que se hagan con una de las viviendas del gran stock que dejó en España la burbuja inmobiliaria. La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, afirmó hace unas semanas que se facilitará y agilizará la concesión del permiso de residencia a aquellos extranjeros que lleven a cabo adquisiciones inmobiliarias por encima de 500.000 euros, frente a los 160.000 euros anunciados inicialmente.
Sin embargo, fuentes del Ministerio de Economía aseguran que estas 'facilidades' para obtener la residencia de inmediato en España están sujetas a que la inversión se mantenga durante, al menos, cinco años, según recoge Cinco Días. Es decir, que si el ciudadano extranjero decide vender la vivienda antes de esos cinco años perderá el permiso de residencia.
El Gobierno también concederá la residencia a los foráneos que compren deuda pública por importe superior a dos millones de euros. Esta opción de obtener la residencia está sujeta a los mismos plazos que la compra de una vivienda, según las mismas fuentes.
Durante ese periodo de tiempo este inversor contará con un permiso de residencia no permanente. Así, el primer año tendrá un visado provisional y luego obtendría un permiso de residencia transitorio de dos años, prorrogable otros dos.
Transcurridos los cinco años el inversor obtendrá el permiso de residencia permanente. No obstante, los extranjeros que compren vivienda no tendrán acceso a la sanidad y a la educación pública durante los cinco primeros años, ni tampoco obtendrán un permiso de trabajo. "No se trata de dar papeles por comprar una casa. Es conceder un permiso de residencia que lo único que lleva aparejado es no tener que revisar los visados cada 90 días para los no comunitarios", aclaran las fuentes.