Mayo ha resultado ser un mes que abre la puerta a la esperanza. Cada día se dieron de alta 400 autónomos, celebramos la incorporación al trabajo de 3.300 parados y se sumaron 4.700 nuevos afiliados a la Seguridad Social. Las mejores cifras en este sentido de los últimos cinco años, desde que comenzó la crisis.
Está claro que de la crisis vamos a salir reactivando la economía a través del empleo, empleo que viene de la mano de los autónomos. Porque somos el principal colectivo generador de empleo, y no sólo del nuestro. El 82,2% de los empresarios autónomos de este país tiene entre 0 y 2 trabajadores; sólo 3.794 empresas tienen más de 250 trabajadores, y apenas 774 superan los 1000. Eso quiere decir que si sólo cada autónomo contratase a un solo trabajador reduciríamos el número de desempleados a la mitad, algo que en el caso de las grandes empresas requeriría que cada una de ellas contratase a 790 trabajadores. Con más autónomos habrá más empleo y, seguro, mejor futuro para todos. Por eso, y ahora que se acaba de aprobar la Ley de Emprendedores, reiteramos la necesidad de apoyar no sólo a esos emprendedores que desean poner en marcha su propia actividad, también a todos aquellos que ya están constituidos para ayudarles a que se mantengan en el tiempo y crear empleo.
Somos optimistas. Mayo nos ha mostrado el buen camino para que los próximos meses sean también de crecimiento de autónomos. Queremos cerrar 2013 con un aumento en el número de emprendedores, que sea el año con mejor comportamiento de afiliación de autónomos desde el inicio de la crisis. Aunque para seguir la senda trazada, para ponerle buena letra a una sinfonía que suena bien, los autónomos necesitamos menos trabas, menos impuestos, menos cotizaciones, poner el contador de la morosidad a cero y que fluya el crédito. Sólo así habrá más autónomos y más actividad económica, lo que cerrará el círculo, que conllevará menos desempleo.
El paro registrado por los Servicios Públicos de Empleo se ha reducido en 98.265 personas respecto al mes anterior. Pero 4.890.928 desempleados siguen siendo muchos.
Éste es el momento del cambio. No podemos detenernos en lo que hemos hecho mal, ni culpar a la crisis o a otros de todos nuestros males. No podemos mantenernos en la queja constante. Tenemos que terminar de abrir la puerta a la esperanza para que el oxígeno llegue a los autónomos, dejemos atrás la desilusión y aprovechemos la oportunidad.