A pesar de lo que pudiera parecer escuchando a sus políticos, parece claro que si alguien sacará a España de la crisis serán sus empresarios. De hecho, poco a poco, ya lo están haciendo. Los mejores datos de la economía española en estos momentos son los de sus balanzas (de pagos y comercial). Un país que parecía condenado a vivir del crédito extranjero está a punto de cerrar su brecha exterior y comenzar a desapalancarse en términos netos.
En el Ministerio de Economía celebran cada cifra del sector exterior y parecen dispuestos a aprovechar este impulso. Por eso, la Secretaría de Estado de Comercio de Jaime García-Legaz ha colado en la próxima Ley de Emprendedores una de esas medidas poco llamativas y que no ofrecen grandes titulares, pero que podría suponer una mejora muy importante para todos aquellos empresarios que estén pensando en salir al exterior.
Los instrumentos diseñados por Economía son las "cédulas y bonos de internacionalización". En teoría, las primeras ya se crearon en el RDL 20/2012. Pero en la práctica su desarrollo reglamentario no se había completado. La idea es que las entidades financieras puedan hacer paquetes con los préstamos que conceden a las exportaciones.
En realidad, es algo parecido a lo que se hace con las hipotecas y que permiten a las entidades obtener liquidez: prestan dinero para un crédito y lo recuperan inmediatamente con la emisión de una cédula que agrupa un puñado de estos préstamos. Incluso, podrían utilizarse como colateral en operaciones con el BCE. Desde el Ministerio, aseguran que "todos los bancos españoles nos han dicho que esto es lo que necesitan".
El problema con este tipo de instrumentos viene de las garantías que ofrezcan como respaldo. No hay más que recordar lo que ocurrió con las famosas subprime en EEUU. En Economía apuntan a que serán "créditos" de alta calidad, que los bancos podrán descontar con comodidad. De hecho, para asegurarse, sólo podrán ser parte de estas cédulas, los préstamos que estén respaldados de una u otra forma por un organismo público. Además, habrá un límite y cada entidad sólo podrá paquetizar el 70% de este tipo de activos
En principio, estas condiciones son más accesibles para las grandes empresas. Sin embargo, en el Ministerio apuntan a que también las pequeñas podrán aprovecharlo, puesto que las operaciones avaladas a través de Cesce (Compañía Española de Seguro de Crédito) estarán dentro del paraguas del Estado.