En su última asamblea general, celebrada a finales de 2012, Izquierda Unida (IU) se presentó ante la opinión pública como la nueva "Syriza española", en alusión al partido de extrema izquierda griego que lidera Alexis Tsipras, que ya se sitúa como la segunda fuerza política del país heleno. Se trata de una comparación significativa si se tiene en cuenta que los comunistas griegos lograron un fuerte apoyo electoral tras articular un claro mensaje ‘anti-euro’ y ‘anti-Merkel’, al igual que sucedió posteriormente en Italia con la formación 5 Estrellas de Beppe Grillo.
En España, por el momento, ninguna formación parlamentaria se atreve abiertamente a defender la salida de España del euro, pero este mensaje empieza a calar entre las bases y destacados dirigentes de la izquierda española, según avanza el tiempo y los efectos de la crisis no se disipan. Así, lo que hasta hace poco constituía un tabú, hoy empieza a tomar cuerpo en forma de propuesta electoral.
La semana pasada, el coordinador de IU, Cayo Lara, se reunió en Madrid con los líderes del Partido de la Izquierda Europea, Pierre Laurent, y de la formación griega Syriza, Alexis Tsipras, para promover un frente común de la izquierda contra los ajustes de la troika y promover una "verdadera primavera" del Mediterráneo. A la cita también asistieron los secretarios generales de UGT, Cándido Méndez, y CCOO, Ignacio Fernández Toxo. Estos encuentros se enmarcan dentro de una serie de contactos que está llevando a cabo IU con distintas fuerzas de la izquierda europea y que culminarán el próximo 22 de junio con una conferencia monográfica sobre Europa y el euro. El objetivo es configurar una estrategia común contra las políticas de ajustes y reformas que impone Bruselas para, en última instancia, cambiar el modelo económico europeo.
Hasta ahora, IU ha eludido defender oficialmente la salida del euro, pero algunos de sus principales referentes comienzan a adoptar este particular discurso. Uno de los primeros en defender esta opción fue el excoordinador del partido Gaspar Llamazares. A mediados del pasado año, cuando la tormenta financiera azotaba con fuerza España, el hoy diputado de IU se mostró a favor de una salida de España del euro en el caso de que, finalmente, el país fuera intervenido por la troika. "Si hay una intervención, yo, personalmente, estaría a favor de la salida del euro", dijo tajante. Además, ya entonces admitía que este debate, sobre la permanencia o no de España en la Unión Monetaria, estaba abierto en IU.
Alberto Garzón es otro de los referentes de la izquierda española que apoyó el discurso anti-euro. En 2011, cuando lideraba el movimiento 15-M, publicó un informe contra el Pacto del Euro en el que señalaba lo siguiente:
Solo los beneficios del gran capital se benefician netamente del euro así que o se cambian las condiciones en que se encuentra Europa esclavizada por esta unión monetaria o no habrá otra alternativa que luchar por salir del euro para poder aplicar otras políticas económicas que proporcionen bienestar humano, sostenibilidad y equilibrio social [...]
'Manifiesto contra el Euro'
Sin embargo, desde que ocupa un escaño en el Congreso como representante de IU, Garzón ha amoldado su discurso al mensaje oficial de su partido. En este sentido, resulta muy relevante la clara posición que ha adoptado Julio Anguita. El histórico dirigente de IU fue uno de los primeros en apoyar con su firma un reciente Manifiesto contra el Euro, junto a algunos compañeros suyos del Frente Cívico-Somos Mayoría, IU y fuerzas sindicales. Así, entre los firmantes figuran el economista Pedro Montes (IU), el expresidente de ATTAC Carlos Martínez; los miembros de la dirección de IU Diosdado Toledano y Manolo Monereo; exdirigentes de esta formación como Víctor Ríos, Manuel Cañada o Sebastián Martín Recio; o el exdirigente de CCOO Agustín Moreno.
Esta iniciativa, que nace en el seno de la izquierda, aboga "por la recuperación de la soberanía económica, monetaria y ciudadana" mediante el abandono de la moneda única. Sus promotores consideran que "el Estado del bienestar no es compatible con la Europa de Maastricht", y que la política de ajustes hará que la economía nacional caiga por el "precipicio", "como ya le ha ocurrido a Grecia o Portugal". Por ello, afirman que España "no puede salir de la crisis en el marco del euro. Sin moneda propia y sin autonomía monetaria es imposible hacer frente al drama social y económico", añaden.
"Es precisa una moneda propia para competir y una política monetaria soberana para suministrar liquidez al sistema y estimular una demanda razonable […] Hay que despreocuparse transitoriamente del déficit público, olvidarse de hacer propuestas imposibles al BCE y dejar de añorar a la Reserva Federal o el Banco de Inglaterra cuando se puede disponer del Banco de España como institución equivalente", advierte el documento. Además, señala que "el montante de la deuda externa es impagable […] el Estado debe realizar una profunda reestructuración de la misma (quita, moratoria, conversión en moneda nacional) que alivie la presión abrumadora que soportan las cuentas públicas". Reconocen que su propuesta de quiebra y salida del euro conllevaría decretar un corralito financiero, pero aún así consideran que España "no dispone de otra elección que salir del euro para impedir el hundimiento definitivo del país".
A este respecto, Anguita señalaba el pasado viernes tres posibles alternativas: o se va Alemania del euro, o se van los países del Sur o se crea un auténtico Gobierno europeo. "La deuda no se puede pagar, se pongan ustedes como quieran. Entonces, una de dos: o Alemania se va del euro, con lo cual sería una solución, o los países del Sur, los famosos PIGS, tendrán que salirse". Asimismo, según Anguita, habría que suspender pagos: "Salirte del euro sin plantearte una deuda que es impagable no tendría sentido. Luego, la segunda medida es no pagar la deuda. Eso lo hizo Argentina", recuerda.
Aunque reconoce que esta traumática medida secaría el crédito externo, haciendo imposible el pago de pensiones, sueldos públicos y prestaciones, Anguita considera que la solución a este problema es sencilla: "Dele usted a la máquina" de imprimir billetes. "Eso es recuperar la soberanía monetaria", aclara. "Mire usted a Estados Unidos. La máquina se pone en funcionamiento. Mire usted, ¿es que hay un peligro de inflación? Evidentemente, pero bueno, ya veremos". La otra salida es, según el excoordinador de IU, "ir hacia un gobierno de Europa, la creación de una Europa Federal, que eso significa redistribución entre los territorios para ir a lo que se llama una cohesión económica social".
Por último, aunque este debate anti-euro no ha calado en el seno del PSOE, ya se ha producido alguna manifestación relevante al respecto. No en vano, a principios del pasado mayo, el presidente de Andalucía, José Antonio Griñán, aseguraba que, si Bruselas critica su decreto para expropiar pisos a los bancos, entonces "Europa no merece la pena".