En apenas unos meses, el libro Nosotros los Mercados de Daniel Lacalle se ha convertido en un éxito editorial sin precedentes. Las comparaciones con Michael Lewis no han tardado en llegar y la verdad es que están justificadas: Nosotros los Mercados es un texto ágil, animado y provocador, lleno de ricas anécdotas personales que sirven como hilo conductor para entender mejor las claves de la actual crisis económica.
Daniel Lacalle se ha sentado con Libre Mercado para hablar de su obra y de la actualidad económica de España.
En el libro queda claro que a usted le gusta pensar de forma independiente. ¿Cree que la mayoría de evaluaciones que se hacen de esta crisis parten también de ese espíritu o que responden más bien a un consenso determinado?
Existe siempre un consenso cómodo, político y muy ideológico. Ese consenso está siempre orientado a defender a uno u otro partido, y lo promueven economistas que, o bien pertenecen al ámbito de la docencia pública o bien están muy ligados a la banca. Ambos tienden a ser muy diplomáticos y a defender tanto el statu quo como los dogmas habituales que nos dicen que la solución de la crisis pasa por más gasto y más deuda.
En consecuencia, la mayoría de los análisis económicos son extremadamente partidistas, lo cual me parece muy divertido. Los que veían "brotes verdes" en 2010 ahora ven "depresión y desastre", y viceversa. Por todo esto es importante que haya gestores y economistas que sean capaces de ver las cosas desde un análisis crítico, independiente y capaz de cuestionar esos dogmas que nos venden como "la única solución" a nuestros problemas.
Esas mentes son esenciales a la hora de identificar burbujas y valoraciones incongruentes, a la hora de criticar métodos pre-establecidos. No es de extrañar que esas suelan ser personas que se juegan su dinero y su prestigio, pues no buscan un puesto en la administración y, en consecuencia, no viven de justificar a los poderes establecidos.
Leemos a diario que el mercado financiero en el que trabaja y defiende es una especie de jungla sin reglas en la que el Estado permanece ausente. ¿Qué siente ante este tipo de afirmaciones?
Siento pena. ¡No existe un sector más regulado que el financiero! Ahí están la FSA, la SEC, los Bancos Centrales… pero también los inversores cada día, con su veredicto. Lo que pasa es que podemos poner toda la regulación que queramos, pero sin cultura financiera y sin información seguirán ocurriendo nuevas burbujas.
Mucha gente pide más regulación pero, realmente, lo que está reivindicando es "protección y compensación por mis errores como inversor"… Sea al comprar un piso o al comprar las acciones de un banco quebrado. Muchos piensan que los ciclos económicos son anomalías y que el estado los puede modificar y atemperar.
Esto es falso, pero cuando se parte de semejante barbaridad y de conceptos como "a largo plazo todo sube", nos preparamos para las burbujas, que nos encantan hasta que se pinchan. Y cuando pinchan, lo achacamos a la falta de regulación. De hecho cuando hablan de regulación no piden evitar las burbujas, ¡sino que se mantengan y se financien!
A menudo se dice que "el gran capital" se beneficia de la crisis. En "Nosotros los Mercados", Vd. explica que, en realidad, los grandes centros financieros no solamente no pasan por una buena racha, sino que están hechos unos zorros.
No conozco a casi nadie en este mundo que haya aumentado su capital y su riqueza desde la crisis. Las grandes fortunas han visto sus ahorros confiscados en muchos países, pero además han perdido millones, pues tienen inversiones apalancadas en valores que han caído enormemente y que cuesta mucho refinanciar.
Cuando uno ve la lista de los más ricos, a menudo olvida que en estas clasificaciones se incluyen todos sus activos… pero no sus pasivos, sus enormes deudas. Hablamos, además, de gente que ha sufrido grandes pérdidas y que aún afronta importantes riesgos. Incluso si Vd. se fija en los miembros del Club Bildergerg, entre los que hay españoles, uno puede comprobar que la teoría de la conspiración del beneficio en la crisis se cae al ver la pérdida patrimonial que han sufrido en sus acciones, sus empresas… por no hablar de los enormes margin calls que sufren por sus posiciones apalancadas.
Con ello no quiero decir "pobrecitos", solo decir que los mitos no se sostienen. En mi mundo se despide a decenas de miles de personas cada año, y el impacto de la crisis ha sido muy grande.
Se ha hablado mucho de "austeridad" en Europa y en España. ¿De verdad han sido para tanto los recortes? ¿No hacen falta "políticas de crecimiento"?
Existe una percepción de que los recortes son injustificados, pero jamás se habla en estos círculos del exceso de gasto de los ejercicios anteriores. Austeridad no es reducir los gastos un 5% tras años de aumentarlos a un 15% anual. Tenemos unos gastos que aún son superiores a los del pico de la burbuja inmobiliaria (2007).
Las políticas de crecimiento son un desatino. Nosotros precisamente, deberíamos aborrecerlas, porque han llevado a España a la quiebra. ¿Y quieren más? ¿Quién lo paga? No aprendemos, y no aprendemos porque asumimos que el dinero es gratis y, además, siempre habrá alguien contando el cuento de que todo se soluciona subiendo impuestos "a los ricos", que es el engaño para subírselos a todos.
Si la deuda es una droga, ¿está España adicta ya?
Fíjese que todo el mundo habla de que debe "fluir el crédito" cuando tenemos una deuda total que supera el 300% del PIB. A pesar de la evidencia empírica de que las cosas no funcionan así, seguimos pidiendo más planes de crecimiento y más gasto publico. A pesar de haber visto las consecuencias desastrosas, seguimos pidiendo mas.
Decimos "esta vez va a ser distinto, solamente hay que gestionarlo bien" como si fuese a aparecer un OVNI con extraterrestres preparados para gestionar esos recursos en vez de los mismos gestores que nos han quebrado. Dicen que "ahora no es el momento de ahorrar", pero en los tiempos de bonanza, tampoco ahorran, sino que gastan más.
Hay cada vez más jóvenes interesados por el mundo de la inversión, ¿qué consejo le daría a quien aún está dando sus primeros pasos?
Que luche, que no se rinda. Que cuestione todos los días lo que oye y lo que cree. Que estudie, estudie y vuelva a estudiar. Nada sobra. Que no busque caminos cortos ni atajos. Que sufra. Que se equivoque y vuelva a equivocarse. Que cuando tenga éxito no se lo crea. Que persiga su sueño y que salga fuera. Que se cree un historial profesional independiente y verificable. Lo va a conseguir seguro
Tenemos un mercado laboral muy rígido. ¿Necesitamos más reformas o la de Rajoy fue suficiente? ¿Cree que sería saludable extender la remuneración variable a la que Vd. está acostumbrado?
Sobre el mercado laboral, sin duda es extremadamente rígido Tenemos un mercado que penaliza la contratación y que hace muy arriesgado y muy caro crear empresas. No solamente es un mal mercado por el lado de la demanda, sino también por el de la oferta. Buscamos la competitividad por la devaluación interna, que es empobrecer. Hay que facilitar la creación de empresas, reducir las cargas que soportan, atraer capital…
Y sobre la remuneración variable, creo que cuando está basada en objetivos reales, económicos, cuantificables… es esencial. No debe estar ligada a cuentos, a "pagas extras disfrazadas"… Lo que debe incentivar es la meritocracia.
¿Qué percepción tienen de España los inversores extranjeros con los que usted trata a diario?
España tiene una enorme suerte. Siempre se nos ve como una oportunidad, incluso en los tiempos de crisis. Se sabe que los españoles somos trabajadores, que luchamos y nos sobreponemos, que tenemos espíritu crítico…. Ese mismo espíritu que a veces nos lleva a excedernos también nos saca de los atolladeros. Eso se valora y creo firmemente que en el extranjero lo que se desea realmente es que a España le vaya fenomenal.
Pueden leer el capítulo extra de la tercera edición de Nosotros los Mercados haciendo click aquí. Para comprar el libro, hagan click aquí, y para seguir a Daniel Lacalle en Twitter, sigan este enlace.
Diego Sánchez de la Cruz escribe regularmente en su blog de Libre Mercado. También pueden seguir sus reflexiones sobre la actualidad económica en su cuenta de Twitter y su página de Facebook.