El agujero fiscal del Estado (Gobierno central) crece en lo que va de año, a pesar de las numerosas e históricas subidas de impuestos aprobadas por el Ejecutivo de Mariano Rajoy. En concreto, el déficit público ascendió a 25.007 millones de euros el pasado abril, un 1% más que hace un año, según los datos de contabilidad nacional publicados este martes por el Ministerio der Hacienda.
Esta cifra equivale 2,38% del PIB, con lo que el Estado alcanzó en abril casi el 70% de su objetivo de déficit para todo el año (3,5% del PIB). Además, se trata del mayor déficit que registra el Gobierno en un primer cuatrimestre desde que existen datos: el agujero de 25.007 millones hasta abril de 2013 contrasta con los 24.763 millones hasta abril de 2012; los 16.831 del mismo período de 2011; los 21.281 de 2010; o los 6.553 millones hasta abril de 2009.
El déficit del Estado es resultado de unos ingresos no financieros de 30.911 millones, un 1,2% más que hasta abril del pasado año, y unos gastos no financieros de 55.918 millones, un aumento del 1,1% interanual.
Dentro de los recursos no financieros, destaca la caída de los ingresos fiscales (impuestos y cotizaciones), situados en 26.787 millones, lo que supone un descenso del 5,3% interanual. En concreto, una vez restadas las cotizaciones, se observa que la recaudación de impuestos cae hasta los 23.405 millones frente a los 25.076 millones acumulados hasta abril de 2012, un 6,7% menos a nivel interanual. Destaca especialmente el hecho de que los ingresos por IVA desciendan en 753 millones (un 9,9% menos), tras haber subido los tipos el pasado septiembre; asimismo, la recaudación por IRPF, Patrimonio y algunos otros tributos cae en 591 millones (un 4,1% interanual), pese a las subidas fiscales.
De hecho, los datos son aún más llamativos si se comparan con las cuentas de hace dos años, antes de las numerosas subidas de impuestos aprobadas por el Gobierno de Rajoy. Así, mientras que la recaudación fiscal del Estado (excluyendo cotizaciones) se situaba en 40.200 millones hasta abril de 2011, ahora apenas supera los 25.000 millones, lo cual implica un desplome del 42%: los ingresos por IVA se han hundido un 58% con respecto al primer cuatrimestre de 2011 (9.355 millones menos), mientras que por IRPF y otros impuestos directos han descendido casi un 35% (7.363 millones menos).
Por su parte, los gastos no financieros, que alcanzaron los 55.918 millones, estuvieron marcados por la subida del 0,2% de los empleos corrientes, que se situaron en 53.297 millones, y especialmente por el aumento del 23,5% de los gastos de capital hasta 2.621 millones. Sin embargo, el gasto del Estado acumulado hasta abril se dispara un 24%, casi 11.000 millones extra, con respecto al mismo período de 2011.
Los intereses devengados hasta finales de abril ascendieron a 9.082 millones, el 11,8% más que en el mismo periodo de 2012. Asimismo, se registraron incrementos en las prestaciones sociales distintas de las transferencias sociales en especie con un gasto de 3.487 millones, de los que 3.376 se debieron a las pensiones de clases pasivas, que crecieron el 5,5%. Los gastos de personal, 7.965 millones, disminuyeron el 1,1%, con un descenso del 6,4% de los sueldos y salarios debido, sobre todo, a la limitación en la sustitución de efectivos. La formación bruta de capital descendió el 6,9% con un gasto de 1.437 millones de euros.
Superávit de la Seguridad Social
Por otra parte, las cuentas del sistema de la Seguridad Social registraron hasta abril un saldo positivo de 7.275,11 millones de euros, equivalentes al 0,69% del PIB, lo que supone un descenso del 3,1% respecto al superávit obtenido en el mismo periodo de un año antes.
Este superávit es consecuencia de unos ingresos de 43.048,14 millones, que crecieron el 2,17% interanual, menos unos gastos de 35.773,03 millones, que aumentaron el 3,29%. Pese a ello, hay que tener en cuenta que dichos ingresos comprenden las transferencias del Estado, por importe de 6.413,09 millones, 1.944,22 millones superiores a las recibidas un año antes.