El Pleno del Congreso de los Diputados aprobó este jueves el proyecto de ley de Medidas de Flexibilización y fomento del mercado del alquiler de viviendas. Entre los cambios establecidos por la norma destacan el refuerzo de la libertad de pactos entre las partes, la exclusión de la ley de arrendamientos urbanos (LAU) de los alquileres turísticos o la actualización de la renta que se podrá hacer en función de índices distintos del IPC.
A pesar de las novedades, la firma Alquiler Seguro estima que esta ley "ni flexibilizará el mercado del alquiler ni dará prioridad a la voluntad de las partes para pactar", según recoge Idealista News.
Con la nueva ley, se flexibilizan los plazos legales de duración del contrato de arrendamiento. Por un lado, se reducen de 5 a 3 los años de duración de la denominada "prórroga obligatoria" asimismo, se reduce de 3 a 1 año la denominada "prórroga tácita automática" del contrato
Se regula además, la posibilidad de que el arrendador pueda recuperar el inmueble para destinarlo a vivienda permanente para sí o sus familiares en primer grado de consanguinidad, por adopción o para su cónyuge en los supuestos de sentencia firme de: separación, divorcio o nulidad matrimonial. Para llevarlo a cabo será necesario que que hubiera transcurrido al menos el primer año de duración del contrato y que se comunique con dos meses de antelación.
Otra de las novedades del texto establece que el arrendatario podrá desistir del contrato de arrendamiento, una vez que hayan transcurrido al menos seis meses, siempre que se lo comunique al arrendador con una antelación mínima de un mes. También, se fomenta la rehabilitación de la vivienda, de modo que siempre que las partes lo acuerden, esta pueda ser sufragada, total o parcialmente, por el arrendatario a cambio del pago de la renta.
La ley también tiene como objetivo mejorar la seguridad del tráfico jurídico con la inscripción en el registro del contrato de arrendamiento. Así, un comprador que adquiera una vivienda estará obligado a permitir que el arrendatario continúe con su contrato siempre que dicho contrato de arrendamiento esté inscrito.
Además, una vez inscrito, la transmisión a un tercero de la vivienda arrendada no podrá afectar a sus derechos legales (prórroga forzosa y prórroga tácita) derivados del contrato de arrendamiento, pues el tercer adquiriente tendrá que respetar el contrato.