Los inspectores de la troika, formada por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional, están trasladando a las entidades financieras españolas su "máxima preocupación" por la situación del crédito en España, que sigue sin fluir y no actúa como motor de la actividad económica, según han informado a Europa Press fuentes al tanto de los encuentros.
La troika mantiene desde este martes contactos con los responsables de las banca española, en el marco de su tercera misión de evaluación del rescate bancario de España. "La troika está muy, muy preocupada por la evolución del crédito", han remarcado las fuentes, que subrayan que los miembros de la CE, el BCE y el FMI están sondeando a las entidades para conocer qué medidas podrían servir para impulsar la financiación hacia la conocida como economía real (empresas y familias), sobre todo orientada a las pymes.
En la misión están participando también expertos de la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés) y del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE). Así pues, las autoridades europeas e internacionales advierten de que la salida de la crisis en España sólo cristalizará si la concesión de crédito se normaliza. La banca ha centrado todos sus esfuerzos en los últimos años en sanear sus balances.
Los inspectores ya se han reunido con algunas de las grandes entidades españolas, a las que les han transmitido sus dudas sobre algunos aspectos de sus negocios. Tras los nuevos criterios del Banco de España para clasificar las refinanciaciones, la troika también está preguntado sobre estas carteras.
El supervisor calcula que las refinanciaciones y reestructuraciones del sector financiero español alcanzaron un importe de 208.206 millones de euros a diciembre de 2012. Precisamente, a raíz de estos nuevos criterios y coincidiendo con la visita de la troika, desde el mercado se especula con que la banca española tenga que realizar nuevas provisiones, lo que podría derivar en nuevas ayudas públicas.
En este sentido, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha descartado solicitar más de los 40.000 millones ya pedidos al MEDE y que procedían de la línea de crédito de hasta 100.000 millones facilitada por Bruselas para recapitalizar la banca española. Esta línea de financiación expira a finales de este año.