El abogado de la acusación popular, Luis Pineda, sospecha que el expresidente de Caja Madrid pudo cobrar "comisiones indebidas" conseguidas por la venta del City Nacional Bank de Florida. En total, una cantidad cifrada en más de 100 millones de euros y que se podrían encontrar, según la acusación, en paraísos fiscales. Ese sobresueldo habría salido del sobreprecio: "El Banco de España dijo que excedía en un 100% el precio ordinario" dice Pineda.
El magistrado, basándose en criterios del Banco de España, señala en su auto que el City National Bank of Florida tenía un valor de 581 millones de dólares, frente a un valor en libros de 1,1 millones. En la compra se abonó un precio de 927 millones, más otros 190 millones como opción de compra.
La acusación asegura que "la compra se hizo para ser el retiro dorado de Miguel Blesa. Un banco con el que jugar en Miami". En este sentido, el abogado considera una locura su adquisición: "Miami era la ciudad de las subprimes , el epicentro de esta crisis era el estado de Florida y la compra se hizo en 2008 cuando ya se vislumbraba que venía un tsunami", concluye el abogado en rueda de prensa.
Una compra sin autorización
La adquisición del banco americano se hizo en 2008 por 1.117 millones de euros. En principio, se necesitaba el permiso de la Comunidad de Madrid. Pero la acusación cree que, para eludirla, se troceó la operación. "Se dividió en dos tramos para que no tuviera suficiente entidad para que la autorización fuera indispensable", asegura Pineda.
El magistrado José Elpidio afirma en su auto que "deliberadamente se fraccionó la operación en put (927.000.000 $) y call (190.000.000 $) para obviar tal control clave de la Comunidad Autónoma".
La acusación popular lo resume así: "Caja Madrid fue asaltada por una banda. Esa banda hacía con Caja Madrid lo que le parecía, disponía del dinero de forma irregular, no informaba de los créditos a la entidad preceptiva, la Comunidad de Madrid, y engañó al Banco de España"
Se saltó el control
Blesa se enfrenta a dos casos. Uno, la compra del Banco de Miami. Dos, la concesión de un crédito a Díaz Ferrán. El préstamo fue de 26,7 millones de euros, en principio para "autofinanciar" viajes Marsans, y fue concedido cuando Díaz Ferran ya acumulaba unas deudas de 348 millones en sus sociedades. El juez, en su auto, asegura que "en absoluto se documentó, moduló o aseguró, mínimamente, tal futura venta, hecho futuro clave para determinar la devolución del crédito".
Aquí, nuevamente, Blesa se saltó, supuestamente, la legislación, como apunta el abogado de Manos Limpias: "Él siempre dijo, y su abogado chillaba: 'Tiene autorización de la Comunidad de Madrid'. Eso es falso. No lo tiene conforme dice la ley, hay que pedirlo previamente. Algunos dicen 'pero la tuvo después'. Eso es echar un pulso a la Comunidad de Madrid".
Además, el auto judicial refleja que "no se dio cuenta ni al Consejo de Administración de Caja Madrid, ni tan siquiera al Banco de España de cara a la certificación". Según el juez, la gestión de los créditos de Díaz Ferrán causó un "perjuicio económico" a Caja Madrid de 12.579.701 euros a fecha de 2012, "eso sin contar los intereses que se sigan computando hasta el día de hoy".