El presidente de la Organización Profesional de Inspectores de Hacienda del Estado (IHE), Julio Ransés, ha asegurado este jueves que el sistema tributario español "está agotado" y cree que la crisis económica ha propiciado el momento de "arreglar las viejas estructuras".
Durante la inauguración del XIII Encuentro tributario que ha tratado sobre las soluciones ante la caída de la recaudación fiscal y la lucha contra el fraude, Ransés ha reseñado que en España hay un problema específico en cuanto a la recaudación de ingresos ya que pese a la recesión económica en Europa no ha bajado tanto esta recaudación.
Hablan del fraude fiscal como uno de los principales problemas que aborda nuestro país. El presidente de la Asociación Española de Asesores Fiscales (Aedaf), Antonio Durán-Sindreu ha lamentado el elevado nivel de casos de corrupción política y financiera que existe en España (1.661 casos en trámite por los tribunales) y ha criticado la amnistía fiscal parcial aprobada por el Ejecutivo, que -cree- "es injusta".
Por su parte, Ransés ha añadido que actualmente circulan en España billetes de 500 euros por valor de 45.000 millones de euros lo que evidencia una economía sumergida cercana al 20 o 25 % del PIB. "Todos los años hay una defraudación de 60.000 millones de euros y una recaudación de 8.000 millones", ha subrayado, tras ironizar: "Nunca he tenido un billete de 500 en mis manos".
Además, se ha referido a los paraísos fiscales y ha señalado que es "terriblemente preocupante que supongan un 10 % de la economía de todo el mundo", ya que condiciona los sistemas tributarios.
En este sentido, los inspectores de Hacienda estiman en un informe que el valor de los patrimonios ocultos de todo el mundo en paraísos fiscales se sitúa entre los 21 y 32 billones de dólares (16,3 y 24,8 billones de euros) de los que 12 billones de dólares (9 billones de euros) están registrados en los 50 principales bancos mundiales privados, así como de importantes despachos de asesoría legal y contable. Añade que estos patrimonios ocultos están situados "no en ignotos y lejanos territorios" sino en las mayores capitales del mundo como Nueva York, Londres, Ginebra, Fráncfort y Singapur.
Precisamente para luchar contra el fraude fiscal, los inspectores abogan, entre otras medidas por regular la denuncia tributaria, para que el denunciante participe en un porcentaje de la sanción que se imponga al defraudador, regular el pago a confidentes para supuestos de denuncia de delitos, o regular las actuaciones de incógnito de la Inspección.
Por otro lado, Ransés ha explicado que los impuestos en España "no son bajos" y que además hay un problema de cobro de las deudas que se han liquidado, por lo que "aquí falla algo". Ransés ha recordado que la recaudación tributaria ha caído 6 puntos sobre el PIB de 2007 a 2011 y los impuestos han tenido una evolución muy dispar ya que mientras el IRPF se ha mantenido, el Impuesto de Sociedades ha caído "drásticamente" y se ha reducido a la mitad.
Ha incidido en que del total de la recaudación de todos los impuestos, entre el 80 % y el 90 % procede de las rentas del trabajo y tan solo un 10 % del impuesto sobre Sociedades. "A este país lo están financiando los trabajadores. El sistema tributario está basado en las rentas de los trabajadores y no de los empresarios", ha dicho.
El presidente, Durán-Sindreu, ha reclamado una mayor progresividad de la fiscalidad española y ha criticado que se haya eliminado el Impuesto sobre el Patrimonio y sobre Sucesiones y Donaciones en algunas comunidades.
Asimismo, ha lamentado que el IRPF sea "la manifestación más clara" de la pérdida de progresividad del sistema tributario y ha urgido a una reforma del Impuesto de Sociedades para que las pymes no se vean perjudicadas, o bien a la eliminación de incentivos fiscales de los que sólo se benefician las grandes empresas. Durán-Sindreu, ha pedido al Ejecutivo que acometa cuanto antes la reforma de las Administraciones Públicas y "no se retrase, cuando es primordial".