El pasado viernes el Gobierno anunció una nueva ronda de subidas impositivas junto al Plan Nacional de Reformas 2013-2016 que envió ayer a Bruselas. Montoro insistía en que "no tocará ni el IVA ni el IRPF", aunque en en caso del Impuesto sobre la Renta, el Ejecutivo ha decidido retrasar un año su compromiso de suprimir su "subida temporal" que se suponía que acababa en 2014.
Según Montoro, "al Gobierno le quedan todavía otras categorías de impuestos por subir", por eso centrará sus esfuerzos en materia tributaria en esta lista: sobre los depósitos, Sociedades, medioambientales y Especiales.
Respecto a los Impuestos Especiales, Montoro aseguró que los incrementaría, pero descartó subidas en hidrocarburos, "ni tampoco en impuestos que sean perjudiciales para la hostelería". Si suponemos que el aumento de impuestos que afectan directamente al sector hostelero son los que gravan el vino y la cerveza, ¿cuál le queda Hacienda por subir? Pues las bebidas espirituosas, el tabaco y el juego.
En materia de bebidas alcohólicas, Hacienda planea una subida de entre el 8 y el 10% de las tasas que gravan a las bebidas espirituosas, dejando fuera a la cerveza y al vino, que no tributa por este impuesto al ser producto nacional, según informa el diario el Economista.
El Impuesto Especial a las bebidas alcohólicas grava actualmente un 28,9% del precio, pero si se suma el IVA, esa presión fiscal se eleva hasta el 39,79%. Por otro lado la cerveza tributa al 8% y añadiéndole el IVA, alcanza el 22,16%.
Los hosteleros alertan
La Federación Española de Hostelería (FEHR) y la Federación Española de Bebidas Espirituosas (FEBE) han sido los primeros en reaccionar. Los hosteleros alertan de la desaparición de 35.000 empleos como consecuencia de que se produzca el incremento de impuestos.
"Esta posible subida impositiva tendría una grave repercusión directamente en el sector de los destilados, e indirectamente en el sector de hostelería, principal canal de ventas de las bebidas espirituosas", advirtieron ayer en un comunicado.
En concreto, la FEBE ha alertado de que una subida de los impuestos especiales agravaría aún más la situación "dramática" del sector, que experimenta un decrecimiento continuado y cuya caída alcanza ya el 38% desde el 2008. Por su parte, la actividad de bares y restaurantes acumula pérdidas cercanas a un 20% desde que se inició la crisis en 2008.
Baja la recaudación
La patronal ha señalado además que la subida fiscal no estaría justificada por fines recaudatorios. Según datos de la Agencia Tributaria, la recaudación por impuestos especiales aplicables a las bebidas espirituosas se redujo en 28 millones en 2012, un 3,5% menos que en 2011.
La recaudación total alcanzó los 744 millones de euros, por debajo de los niveles del año 2000 (755 millones) cuando la tasa impositiva era sensiblemente inferior. En la actualidad, el consumo de bebidas espirituosas representa el 27,3% del total de bebidas con contenido alcohólico y sin embargo recauda más de 71% del total de impuestos especiales aplicables al alcohol.