El secretario general de UGT, Cándido Méndez, ha inaugurado la nueva sede del sindicato en Mérida en medio de la polémica generada en torno a la construcción del nuevo edificio en el que se sitúa. Desde hace semanas, la ubicación del sindicato en este edificio ha generado muchas críticas tanto por el coste de construcción, 2,7 millones de euros, como por supuestas irregularidades en la tramitación urbanística del edificio.
El secretario general del sindicato ha intentado salir este lunes al paso de las críticas defendiendo que su objetivo es "racionalizar los gastos". El secretario regional de la organización Francisco Capilla, justificaba esta nueva sede en el ahorro que supondrá para la organización que hasta ahora pagaba muchos alquileres, además de "crear patrimonio".
La sede cuenta con 2.820 metros cuadrados y está ubicada en la zona norte de la ciudad. Su coste no es la única polémica que rodea la construcción, ya que el Ayuntamiento de Mérida -gobernado por el PP- ha decidido revisar el proyecto del edificio al considerar que se han cometido algunas irregularidades en la valoración del solar, una cuestión que también rebate Capilla afirmando que "todos los trámites son totalmente legales".
Ante este aluvión de críticas, el secretario general de UGT ha tachado de "artifcial" la polémica generada. "Lo que no me parece bien es que se pretenda utilizar la sede de UGT para ocultar al señor Bárcenas, al señor Correa o al 'bigotes', eso no me parece bien", ha aseverado Cándido Méndez, quien ha rechazado que "se pretenda utilizar la sede de UGT y su inauguración para tapar la dramática situación, que hay un 35 y pico por ciento de trabajadores extremeños en paro", ha subrayado el líder sindical.
Por su parte, el PP regional ha pedido que se aclare si el Ayuntamiento de Mérida fue el avalista del crédito que ante Caja Extremadura pidió el sindicato para la adquisición de la nueva sede.
Mendez amenaza con un "estallido social"
Méndez ha criticado este lunes la "resignación" y la "parálisis" en la que se encuentra el Gobierno ante los 6,2 millones de parados y le ha advertido de que las "reservas morales y emocionales" se están agotando, lo que puede desembocar en un "estallido social".
En declaraciones a los periodistas antes de inaugurar la nueva sede de UGT en Mérida, Méndez ha alertado del "fracaso absoluto" de las políticas de reducción del déficit emprendidas por el Ejecutivo de Mariano Rajoy, a quien ha dicho que no puede actuar como un "mero contable, cuentaparados o cuentacuentos". Así, ha insistido en la necesidad de invertir las prioridades y abandonar la política de "recortes excesivos" del déficit que ha sido un "fracaso".
Méndez ha advertido de que detrás de cada décima de déficit hay 270.000 parados más, por lo que ha instado al Gobierno central a marcarse como prioridad "el empleo y las personas" porque así se "combatirá de una manera más eficaz la crisis económica" y se "amortiguarán los tremendos sacrificios" de la población española.
Además, el secretario general de UGT ha criticado la "doble hipocresía" de las instituciones europeas al mostrar su preocupación por la alta tasa de paro en España pero, a su vez, insistir en su apuesta por la política de ajustes.
En este sentido, ha abogado por aprovechar el 1 de mayo -cuando están convocadas 82 movilizaciones- para mandar un mensaje "muy potente" a Bruselas y a Berlín de que "el pueblo español no se resigna" y ha exigido al ministro de Economía, Luis de Guindos, que este lunes se reunía con su homólogo alemán, Wolfgang Schaüble, que se plante ante las "imposiciones" de Bruselas.
Ha subrayado que desde el año 2010 los Gobiernos han centrado sus "esfuerzos" en la reducción del déficit, una lucha que se ha demostrado "baldía", pues actualmente el déficit en España se ha disparado "al 10,6% si -ha dicho- no se hace el enjuague de ingeniería fiscal de no contabilizar como déficit los recursos destinados al saneamiento financiero".
El sindicalista ha instado a desterrar la idea de que "no hay alternativa" a las actuales políticas económicas y ha invitado a los gobernantes a sustituir "la triple A, de austeridad, más austeridad y más austeridad" por los principios de solidaridad, impulso del empleo y rebajar la austeridad.
Respecto a la organización sindical, ha invitado a sus compañeros a "rectificar algunos de sus comportamientos" y situar como "epicentro del sindicato a los afiliados y representantes en los centros de trabajo".
Reconoce que los sindicatos, al igual que otras instituciones como la Jefatura del Estado, están sometidas a "un fuerte escrutinio público", pero le parece "lógico" porque "la gente quiere soluciones" a sus problemas.
Sobre esto, estima que UGT ha hecho todo lo que debía y, como logros de la acción sindical, ha citado el acuerdo alcanzado sobre el sistema de pensiones en el año 2010 o el de contención de salario en enero de 2012, aunque reconoce que probablemente no han sabido "explicarse bien" y dar difusión a su trabajo.
Por ello, ha defendido un cambio en la manera de percibir el sindicato, en el que prime la "tripulación" por encima del "cabeza de cartel".