La Encuesta de Población Activa (EPA) confirma la tendencia observada en el último año y medio. Así, si a cierre de 2012 el volumen de empleados públicos ya había retrocedido a niveles de 2007, cuando estalló la crisis financiera internacional, dicho descenso ha continuado en el primer trimestre de este año.
En concreto, España contaba con un total de 2.845.800 ocupados en la Administración Pública a finales del pasado marzo, 71.400 menos que en el trimestre precedente y casi 375.000 menos que en el tercer trimestre de 2011, cuando se alcanzó la cifra récord de 3,22 millones. De este modo, el empleo público retrocede a niveles de mediados de 2005, cuando se situó en 2,84 millones.
Fuente gráfica: @Absolutexe
La Administración Central ha reducido en algo más de 41.000 personas su volumen de activos con respecto al tercer trimestre de 2011; el descenso registrado en las CCAA se aproxima a 227.000 personas; a 98.000 en los entes locales; y a poco más de 3.000 en las empresas públicas.
La baja tasa de reposición (no se cubren la mayoría de jubilaciones) y el despido de personal laboral no funcionario en el último año y medio han logrado reducir el tamaño de las plantillas públicas hasta niveles ligeramente previos al del estallido de la crisis.
Bajo el anterior Gobierno socialista, presidido por José Luis Rodríguez Zapatero, lejos de eliminar empleo público, el conjunto de las administraciones públicas, especialmente las CCAA, aumentó su ritmo de contrataciones y la creación de nuevas plazas mientras se desplomaba el empleo privado. Desde mediados de 2007 al tercer trimestre de 2011, el número de empleados públicos pasó de 2,93 a 3,22 millones, respectivamente, un aumento próximo a 300.000 efectivos. Desde entonces, el empleo público ha caído en casi 375.000 personas.
Punto de inflexión
El número total de ocupados descendió en 322.300 personas en el primer trimestre de 2013, hasta situarse en 16.634.700, a un ritmo del 4,58% interanual.
El empleo privado bajó en 251.000 personas, hasta 13.788.900, mientras que el empleo público cayó en 71.400, hasta un total de 2.845.800.
Tanto el empleo público como el privado presentaron variaciones anuales negativas. El empleo público registró una tasa del -8,32%, mientras que la ocupación bajó a un ritmo del 3,77% en el sector privado. De hecho, la caída intertrimestral de ocupados en el sector público (2,45%) también fue superior al del sector privado (1,79%).
Tal y como se observa en el siguiente gráfico, el punto de inflexión tuvo lugar entre finales de 2011 y la primera mitad de 2012. Desde que estalló la crisis, el sector público continuó engordando sus plantillas, a pesar de la recesión, el déficit y la histórica destrucción laboral que experimentó el sector privado. Tanto es así que España registró un récord histórico de empleados públicos en el tercer trimestre de 2011.
Sin embargo, a finales de ese año comenzó a descender el volumen de trabajadores en la estructura estatal, a un exiguo ritmo del 1% interanual, mientras que en el segundo trimestre de 2012 la destrucción de empleo público (5,48%) superó por primera vez la del sector privado (4,7%). Desde entonces, coincidiendo con la plena entrada en vigor de la reforma laboral, el descenso relativo de la ocupación pública no ha dejado de aumentar, mientras que en el sector privado se ha suavizado ligeramente.