Fitch, que concluye así el proceso revisión para una posible rebaja iniciado el pasado 22 de marzo, explica que esta decisión refleja principalmente una perspectiva fiscal y económica "más débil" y, por lo tanto, una revisión al alza de las previsiones de la agencia a medio plazo de déficit y deuda pública.
De esta manera, Fitch sigue los pasos de Moody's, que el pasado mes de febrero ya retiró a Reino Unido la máxima calificación crediticia y la colocó en 'Aa1'. Por su parte, Standard & Poor's mantiene la 'AAA' del país, aunque con perspectiva 'negativa' desde diciembre.
Según las nuevas previsiones de la agencia, la deuda bruta alcanzará un máximo de 101% del PIB en 2015-2016 y sólo comenzará a descender de forma gradual a partir de 2017-2018, frente a la media del 50% que ostentan los países 'AAA'. Además, este dato empeora su anterior estimación de un máximo del 97%, con inicio de la senda descendente en 2016-2017.
Así, recuerda que anteriormente ya había avisado de que si no lograba estabilizar la deuda por debajo del 100% del PIB y colocarla en una senda descendente en el medio plazo, recortaría el rating el país. "El espacio fiscal para absorber más 'shocks' adversos económicos y financieros no es coherente con el de un rating 'triple A'", agrega.
En su opinión, unos niveles de deuda y déficit mayores de lo previsto refleja el "débil crecimiento" de la economía británica en los últimos años, debido en parte al impacto del desapalancamiento del sector público y privado y a la crisis de la eurozona.
Por ello, ha revisado su previsión de incremento del PIB desde un 1,5% en 2013 y un 2% en 2014, hasta un 0,8% este año un 1,8% el próximo. "No se prevé que la economía británica alcance los niveles de PIB de 2007 hasta 2014, subrayando la debilidad de la recuperación económica", explica.
Asimismo, cree que el déficit no caerá por debajo del 6% durante la actual legislatura. "El menor ritmo de reducción del déficit significa que el próximo gobierno tendrá que implementar sustanciales reducciones de gastos (y/o aumentar impuestos) si quiere estabilizar la deuda pública y reducirla en el mediano plazo", agrega.
Perfil crediticio 'muy sólido'
Por otro lado, la agencia incide en que a pesar de perder la condición de emisor 'triple A', Reino Unido mantiene un "muy sólido perfil crediticio", como reflejan su calificación 'AA+' y su perspectiva 'estable'.
Así, explica que su actual calificación está respaldada por una economía "flexible, diversificada y de altos ingresos", por el elevado grado de estabilidad política y social y por su política monetaria y su divisa, que aportan una elevada flexibilidad en la política económica y financiera.
En comparación con otros países 'AA', destaca que la fortaleza de sus instituciones y el elevado grado de transparencia coloca al país en una posición favorable, pese a unas perspectivas económicas más débiles y a los considerables déficits fiscales y por cuenta corriente.
Respecto a la perspectiva 'estable' del rating, Fitch explica que asume un "compromiso continuado" de la autoridades con la reducción del déficit y un potencial de crecimiento del 2% o 2,25% en el medio plazo. Además, tiene en cuenta el largo vencimiento de su deuda pública, el mayor de cualquier soberano con alta calificación.
En esta línea, también refleja el status de divisa de reserva internacional de la libra y la capacidad y la voluntad del Banco de Inglaterra para intervenir en el mercado de deuda británico, lo que elimina los riesgos de una crisis financiera fiscal. Otro aspecto positivo es la mejora gradual de la posición de liquidez y de capital del sector bancario.