Pese a la aparente desproporción de la cifra, el regulador puntualiza en su liquidación que el desajuste es en realidad un 25% inferior a lo previsto y que puede resultar engañoso, ya que no se tienen en cuenta algunos de los nuevos ingresos previstos por el Gobierno.
De hecho, este año hay un margen de generación de déficit de unos 5.571 millones, que posteriormente debe ser compensado a través de los casi 3.000 millones procedentes de los nuevos impuestos eléctricos, 450 millones de las subastas de CO2 y un crédito extraordinario con cargo a las cuentas públicas por valor de 2.200 millones.
En los dos primeros meses del año, los consumidores de electricidad han aportado en total a través de sus recibos 1.571 millones de euros al sistema eléctrico, una cifra ligeramente superior a los 1.545 millones del mismo periodo de 2012.
Por otro lado, el coste de las primas al régimen especial, que incluye renovables y cogeneración, ha ascendido hasta febrero a 1.482 millones de euros, un 1,7% menos que lo previsto para el año y un 8,3% por encima de la cifra registrada en los dos primeros meses del año pasado.
Aparte de los 5.571 millones que el Gobierno espera inyectar a la tarifa eléctrica procedentes de impuestos, subastas de CO2 y créditos extraordinarios, el equilibro de las cuentas del año dependerá también de que los Presupuestos Generales del Estado (PGE) asuman cerca de otros 1.700 millones correspondientes a extracostes extrapeninsulares.
De esta forma, no será necesario subir la parte regulada del recibo de la luz y las revisiones de la tarifa dependerán únicamente de los resultados del mercado, según los cálculos del Gobierno. En abril, un descenso del 15% en el precio del mercado y la congelación de peajes condujeron a la bajada del 6% en el recibo de luz.
Costes e ingresos
El sistema eléctrico ingresó 1.546 millones hasta febrero. Una vez descontado el dinero correspondiente a las primas y el relativo a la regularización de ejercicios anteriores, el sistema registra un diferencial positivo de 65 millones.
Además, a este importe es necesario descontarle costes regulados a razón de 270 millones para el transporte y 467 millones para la distribución. Junto a esto, se han reconocido costes relacionados con las anualidades del fondo de la deuda eléctrica (FADE) de 147 millones.
El sistema de interrumpibilidad, en el que el Gobierno ha aplicado mejoras retributivas para amortiguar el efecto de la subida del coste energético para las grandes industrias, ocasionó un coste de 103 millones en los dos primeros meses del año.