Actualmente, para comprar o vender una vivienda es habitual solicitar una tasación para saber cuál es el valor del inmueble, ya sea para ponerlo a la venta o para pedir una hipoteca. Los factores que más influyen a la hora de determinar el valor son la ubicación, la superficie o la iluminación, entre otros.
El portal inmobiliario líder del sector, idealista.com, junto a la Sociedad de Tasación, se han sumergido en el proceso completo para explicar en qué se fija un tasador para valorar una casa y cómo se lleva a cabo.
Empecemos por el principio. Cuando un particular o una empresa pide una tasación, la tasadora envía un presupuesto al cliente y si se llega a un acuerdo con éste se empieza a trabajar. El tasador lo primero que hace es pedir una nota simple al registro de la propiedad para comprobar que la información facilitada por el interesado concuerda con la información que hay registrada. La tasadora también solicita una copia de la escritura de la vivienda y coteja los datos con el catastro y el ayuntamiento correspondiente.
¿En qué se fija un tasador?
Carlos Arnáiz, arquitecto y tasador de Sociedad de Tasación, explica los factores a tener en cuenta a la hora de hacer una tasación:
- El estado del edificio: si el edificio está rehabilitado o no influye a la hora de valorar la vivienda. Que el edificio haya pasado la inspección técnica (ITE) o cómo está el aspecto exterior son también factores a tener en cuenta por el tasador. "Hay fachadas maravillosas que luego esconden pisos que no merecen la pena o al revés", señala Arnáiz.
- La ubicación de la vivienda: es esencial para vender o comprar una vivienda. Si la casa está ubicada en una buena zona se reflejará en la tasación y tendrá más posibilidades de venderse. "Si la casa está en una zona de bares sabrás que habrá más movimiento nocturno aunque esté bien aislada, pero en verano al abrir los balcones entrará el ruido", recuerda Arnáiz.
- Superficie: éste es un factor a tener en cuenta, pero no todos los metros cuadrados valen lo mismo, ya que depende de si están reformados o no (en el caso de que sea un piso antiguo), bien conservado o si la distribución es buena o no.
- Iluminación: la orientación de la vivienda es para muchos, esencial. No es lo mismo que el piso esté orientado al sur, al norte o al levante. Un piso con mucha luz natural tendrá una mejor valoración que un piso que no la tenga, y lo mismo ocurre si tiene buenas vistas. Descubre en idealista.com el resto de factores que los tasadores tienen en cuenta al valorar un inmueble.