La banca española atrapada en Pescanova ha mostrado su apoyo a la continuidad de la firma gallega, si bien ha advertido que sólo se sentará a negociar la refinanciación de su deuda en el momento que cambie su equipo gestor, liderado por Manuel Fernández de Sousa.
Así lo han señalado a Europa Press en fuentes financieras, que han señalado que los 47 bancos acreedores, tanto los bancos españoles como los extranjeros, mantienen una postura común de respaldo a la firma, con la que abordarán la reestructuración del pasivo, que podría alcanzar los 3.000 millones de euros, pero sólo si está al frente un equipo gestor estable.
"La banca apoya a la empresa, pero para sentarse a hablar de refinanciación y posibles líneas adicionales quiere un equipo gestor estable, no uno que tiene el futuro muy comprometido", señalaron las mismas fuentes un día después de que Fernández Sousa confesara la venta de cerca del 7% del capital de Pescanova a espaldas del mercado y redujera prácticamente su participación a la mitad (del 14,226% al 7,515%).
Pescanova ha presentado ante el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Pontevedra la solicitud de concurso voluntario de acreedores el mismo día en que expiraba el plazo dado por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) para que presentara sus cuentas y la cifra exacta de deuda.
De hecho, la firma presentó la documentación adicional y complementaria que le requirió la CNMV, que será ahora la que analice dicha información para, en función de ello, adoptar una decisión.
La información relativa a las cuentas del 2012 no iba acompañada de la firma del consejo de administración, ya que algunos de sus miembros aseguraron no haber ratificado ningún documento, ni la firma de la auditora.
Fuentes conocederas de la situación de la firma gallega consultadas por Europa Press no descartaron que la Fiscalía pueda actuar de oficio si Pescanova no presenta la información adecuada a la CNMV, lo que podría conllevar la inhabilitación del equipo gestor e incluso la intervención de la firma.
Las entidades acreedoras se han visto obligadas ya a provisionar el 25% de la deuda concedida a la firma, tal y como recoge la normativa. Este porcentaje se elevaría al 100% si en el plazo de un año no se ha logrado 'levantar' el concurso, según han explicado a Europa Press en fuentes financieras.
Solicitud de quiebra de Pesca Chile
Por su parte, el banco suizo HSBC ha solicitado la declaración de quiebra de la filial chilena de Pescanova, Pesca Chile, que a su vez controla Acuinova y Nova Austral, según revela el rotativo chileno Diario Financiero.
"Esta solicitud supone un duro revés para la española, que estaba en proceso de búsqueda de potenciales compradores para la salmonera Acuinova y que se enmarca en el proceso de desinversión de activos del grupo para comenzar a enderezar sus balances", señala el periódico, que afirma además que el proceso de desinversión de Pescanova busca captar unos 250 millones de dólares.
La compañía gallega aterrizó en Chile en 1983 a través de Pesca Chile y en 2007 decidió optimizar sus operaciones separando el negocio pesquero del acuícola. En ese contexto nació Acuinova, empresa que junto a Nova Austral concentran toda la gestión del cultivo, procesamiento y comercialización del salmón en Chile.